Mikel Oyarzabal ha recibido el 18 de noviembre el III Premio Deusto Valores en el Deporte junto a Mariasun Quiñones – a quien entrevistamos en el número 14 de nuestra revista – y la Federación Vasca de Rugby.
¡Enhorabuena por este premio que reconoce el valor del esfuerzo y la tenacidad ante el reto de desarrollar unos estudios universitarios desde tu condición de deportista de élite! ¿Qué supone este premio para ti?
Supone un gran orgullo recibir este premio. Todos los galardones que he recibido hasta ahora estaban relacionados con mi trabajo sobre el campo y que también reconozcan esta otra faceta es algo muy bonito. Es un reconocimiento a mí y a todas las personas que me acompañaron hasta poder lograrlo.
Has realizado tu grado en Administración y Dirección de Empresas mientras desarrollabas tu carrera profesional deportiva en la Real Sociedad. ¿Cómo has conseguido compaginar estos dos entornos tan exigentes?
Principalmente por la insistencia de mis padres en que la educación y continuar formándome era algo que tenía que seguir haciendo independientemente de mi carrera futbolística. Después está la labor de los docentes y de una de las secretarias de la facultad que hicieron todo lo posible para compaginar calendarios y pudiera hacer exámenes, presentar trabajos… La Real también siempre ha puesto a mi disposición todas las ayudas para que pudiera ser posible.
¿Cómo crees que puede influir tu formación universitaria en tu desempeño como deportista de élite? ¿Y viceversa?
La formación, sea del tipo que sea, siempre va a ayudar. La constancia en el estudio es algo que me ayuda a ser constante en el trabajo y esfuerzo físico que requiere la élite en el fútbol. Los conocimientos adquiridos en el grado también me serán muy útiles a lo largo de mi carrera para conocer perfectamente todos los detalles contractuales y de cara a mi futuro post-fútbol.
Empezaste muy joven, más bien niño, en el deporte hasta llegar al primer equipo de tu club y a la selección nacional. Seguramente habrás pasado momentos amargos y momentos dulces en este proceso. ¿Cómo definirías tu trayectoria y qué personas y/o circunstancias crees que han sido fundamentales en ella?
Todos los entrenadores y miembros de staff que he tenido a lo largo de mi carrera me han hecho mejorar. Desde mi primer entrenador en Eibar hasta Imanol Alguacil. El dejar a mis padres y venirme a vivir a Donosti con mis amigos al empezar la carrera también me hizo dar ese salto de madurez. Definir mi trayectoria, prefiero esperar a terminarla para ello. He vivido grandes momentos y las lesiones siempre me han respetado, sin ninguna grave. Ojalá cuando dentro de muchos años, espero, finalice mi camino pueda decir lo mismo.
Para terminar, y deseándote mucha suerte para lo que queda de la Liga 2021-2022, ¿qué recuerdos te llevas y te gustaría compartir con nosotros de tus años deustenses?
Me llevo el recuerdo de las personas que me han ayudado a sacar el graduado adelante. De Jon Mikel Zabala, mi tutor, y Mari José Sein, secretaria, que son las personas que siempre pusieron todo de su parte para que yo pudiera mantener el ritmo. Todo lo vivido en el campus, aunque en mi caso no haya podido ser mucho, es algo que siempre llevaré conmigo.