Comprendo que la inteligencia artificial puede generar preocupación en algunas personas debido a su potencial para causar daño. Sin embargo, es importante recordar que la IA es solo una herramienta, y como tal, su uso dependerá de cómo se implemente y utilice. Como en cualquier otra área de la tecnología, es importante tomar medidas adecuadas para protegerse contra posibles riesgos y abusos de la IA. Esto incluye el desarrollo de tecnologías de seguridad avanzadas y la implementación de medidas de protección de datos y privacidad. También es importante que las personas estén informadas, sean conscientes de los posibles riesgos y sepan cómo protegerse a sí mismas.
BAIC (Basque Artificial Intelligence Center) inicia su andadura en 2021 y, citando a su Directora general, con el objetivo de “posicionar a Euskadi como un polo referente de inteligencia artificial, no solo a nivel estatal, sino también a nivel europeo e internacional”. ¿De qué manera se plantea BAIC la consecución de este ambicioso objetivo?
El primer paso para lograr el objetivo de posicionamiento de Euskadi en inteligencia artificial es construir el ecosistema, para lo cual contamos con BAIC como punto de encuentro y referencia para todos aquellos agentes de la IA, poniendo en contacto y potenciando sinergias entre demandantes, desarrolladores, centros tecnológicos, agentes de conocimiento y administraciones públicas. Un objetivo de este tipo se aborda como ecosistema, traccionando actividades paralelas en ejes complementarios. En este sentido, en primer lugar, necesitamos conocer, observar, identificar los agentes y capacidades de IA en Euskadi, para poder desarrollarlas y ponerlas en valor. En paralelo a la construcción de este ecosistema local, estamos identificando a los agentes relevantes a nivel estatal y europeo, y hemos empezado a participar en redes internacionales para formar parte activa de la definición de normativa y estandarización de los procesos de Inteligencia Artificial y estrategia del dato.
Como segundo punto, el ecosistema está constituido por personas y sólo a través de la formación podremos ser parte activa de los nuevos escenarios digitales. En BAIC estamos centrados en el impulso y promoción del talento, evaluando y completando los itinerarios formativos y trabajando en cómo crear, retener y atraer ese talento.
En tercer lugar, el posicionamiento de Euskadi requiere de un impulso de nuestra estrategia del dato, dando valor a los datos y dotándonos de datos de calidad que nos permitan dar relevancia a la industria e identificar nuevos modelos de negocio.
Como cuarto punto, estos pasos nos permitirán desarrollar nuevos casos de uso industriales y visibilizar las capacidades de IA que tienen los agentes de nuestro ecosistema, identificando proyectos de colaboración que den lugar a nuevas aplicaciones.
Todos estos ejes coordinados, trabajando la divulgación y visibilización como quinto punto, son los que nos van a permitir que Euskadi sea referente en Inteligencia Artificial.
La Inteligencia Artificial (IA) nació a mediados de los años cincuenta del siglo pasado explorando temas como la solución de problemas y los métodos simbólicos. Desde entonces ha evolucionado hasta la automatización y el razonamiento formal que encontramos en nuestros dispositivos móviles (ordenadores, tabletas, teléfonos inteligentes…) e incluso con sistemas de soporte de decisiones y de búsquedas inteligentes que pueden ser diseñados para complementar y aumentar las capacidades humanas. En tu opinión, ¿qué ventajas ofrece la IA al conjunto de la ciudadanía? ¿Y qué inconvenientes?
A mí me gusta hablar de las ventajas más que de los inconvenientes. La inteligencia artificial nos permite conocer mejor a nuestros clientes para aportarles ofertas personalizadas a sus perfiles, el Procesamiento del Lenguaje Natural habilita la posibilidad de comunicarnos con máquinas mediante órdenes de voz o textos escritos, la visión artificial es capaz de identificar personas, anomalías en imágenes médicas y hasta situaciones que pueden ser de riesgo. Gracias a la IA podemos estimar cuándo se va a averiar una máquina o detectar problemas en el consumo energético. Hay numerosos ejemplos que permiten asegurar que las herramientas de IA son un avance competitivo para las empresas y la sociedad en general.
Más que inconvenientes, me gustaría resaltar una necesidad. Para potenciar estas ventajas es importante que todos nos formemos para ser parte activa de esta transformación y que la aproximación, en todos los casos, cumpla los requisitos de ética y de normativa.
En los últimos años hemos presenciado robos o venta de datos, aparición de bots maliciosos, usurpaciones de personalidad, algoritmos que nos hacen ver y oír lo que queremos (o lo que otros quieren), hackeos, timos, estafas… Quienes no estamos directamente involucrados en el desarrollo de la IA podríamos estar algo recelosos. ¿Cómo nos tranquilizarías?
Comprendo que la inteligencia artificial puede generar preocupación en algunas personas debido a su potencial para causar daño. Sin embargo, es importante recordar que la IA es solo una herramienta, y como tal, su uso dependerá de cómo se implemente y utilice. Como en cualquier otra área de la tecnología, es importante tomar medidas adecuadas para protegerse contra posibles riesgos y abusos de la IA. Esto incluye el desarrollo de tecnologías de seguridad avanzadas y la implementación de medidas de protección de datos y privacidad. También es importante que las personas estén informadas, sean conscientes de los posibles riesgos y sepan cómo protegerse a sí mismas.
Por otro lado, tal y como indicaba en la pregunta anterior, la clave va a estar en los conceptos de ética y normativa. La inteligencia artificial, como cualquier otra tecnología, se puede emplear para muy distintos fines y debemos tener en marcha líneas de concienciación y protección. La ciberseguridad en estos ámbitos es un elemento clave. Si echamos la vista atrás, han pasado muchos años desde que se comenzó a tener consciencia de que había que regular las actividades online, hasta que se han establecido mecanismos que garanticen los derechos en la red.
Sin embargo, con la inteligencia artificial se está avanzando mucho más rápido. Ahora mismo ya se están constituyendo agencias como el Centro Europeo de Transparencia del Algoritmo o su homologo estatal que velan por el uso correcto de estas tecnologías. Además, se están generando marcos legales como la AI Act que regulan las aplicaciones que se le pueden dar a los sistemas con inteligencia artificial.
Por último, la ética aplicada a la inteligencia artificial ha cobrado un papel principal en el diseño de los sistemas y complementa la parte regulatoria.
Volviendo a BAIC y a ti, como Directora general, ¿cuáles son los objetivos que te has marcado?
Los objetivos están muy alineados con los ejes que planteaba al inicio. Una de las acciones principales va a ser conocer nuestras capacidades en materia de inteligencia artificial dentro del eje del observatorio con un informe de situación e indicadores que nos permitan saber cómo estamos, quiénes somos y cuáles son los siguientes pasos prioritarios que debemos abordar. Otro punto clave para nosotros es ir creciendo y dar cabida a todos aquellos socios que quieran unirse, para lo cual precisamente hemos puesto en marcha nuestra oficina del socio. Por otra parte, conociendo las capacidades y teniendo este ecosistema que vamos a ir construyendo, trabajaremos nuestro posicionamiento internacional. Con esto, los pasos son ir trabajando las capacidades y talento que necesitamos cubrir, ir modelando nuestra estrategia de datos creando casos de uso y proyectos y, por supuesto, divulgar e informar sobre cuál es el uso ético y responsable de la inteligencia artificial. Tenemos un reto apasionante por delante, muy enfocado a la aplicabilidad y a generar valor a nuestra industria.
Para terminar, deseándote lo mejor y agradeciéndote por el tiempo que nos has dedicado, ¿qué recuerdos guardas de tu paso por las aulas de la Universidad de Deusto?
El Executive MBA fue sin duda una etapa que recuerdo con mucho cariño. Un año y medio muy intenso que me ayudó a tener una visión mucho más completa del mundo empresarial. Aprendí mucho compartiendo experiencias con l@s compañer@s, que han acabado siendo buen@s amig@s. Cada sesión cubría una temática del negocio, todas ellas complementarias: estrategia, marketing, finanzas, operaciones, innovación, comunicación, liderazgo… Con sesiones y contenidos muy aterrizados a nuestra realidad, con casos prácticos y experiencias reales. Un gran equipo también en el profesorado, con personas expertas en cada una de las temáticas y en muchos casos con una interesante trayectoria profesional. Sin duda tengo estupendos recuerdos y grandes aprendizajes del MBA en Deusto, muy recomendable para quienes quieran dar un paso más en su carrera profesional.