… para dedicarse a investigar conviene tener algo de vocación y motivación por la línea de investigación que se quiera seguir, sobre todo porque a veces hay que tener mucha paciencia si el proyecto no va todo lo rápido que te gustaría o si no hay financiación suficiente.
¡Enhorabuena por tu merecido premio! Tras finalizar el grado con la máxima calificación en Ingeniería Industrial en Madrid, decides realizar tu máster en la misma área en la Universidad de Deusto. ¿Qué te hizo tomar esta decisión? ¿El cambio de ciudad supuso para ti algún cambio adaptativo?
Me llamaba mucho la atención el tener una experiencia personal y académica en otra ciudad. Pienso que esa «aventura» de mudarte a otra ciudad donde no conoces a nadie, nueva uni, conocer gente nueva etc. es una oportunidad para ver las cosas de otra manera, madurar un poco y aprender. Quería irme a Bilbao porque es una ciudad muy completa en muchos sentidos. En lo personal, estuve a gusto desde el principio, hay mucha vida universitaria, se come bien, tiene muchos sitios para salir, playas cerca y rutas por la montaña. Y en lo profesional, en Bilbao se pueden encontrar mucha empresas y fábricas del sector industrial además de las numerosas oficinas que hay en la torre Iberdrola.
Decidí solicitar mi ingreso en la Universidad de Deusto por la calidad docente (hace poco ha sido incluida en el top 6 mundial en excelencia docente), por la reputación que tiene y porque es una universidad que ofrece muchas movilidades internacionales que permiten estudiar o trabajar de prácticas los últimos 6 meses del Máster en países como Estados Unidos, Japón, países de Latinoamérica, Europa etc. Gracias a esto, yo pude irme 6 meses a trabajar como investigador a Louisville (Kentucky) en un proyecto muy chulo de ingeniería biomédica con el que después me dieron varios premios.
En Bilbao y en Louisville me adapté rápido aunque las primeras semanas fueron un poco intensas porque tuve que organizarme todo yo solo y estaba acostumbrado a que me ayudara en casa mi familia – jajaja… Es cierto que siempre se tiene cierto «miedo» a los cambios, pero creo que merece la pena lanzarse a la piscina ante nuevas experiencias en otras ciudades o países (¡en la mayoría de los casos hay más que ganar que perder!).
Has sido investigador en Madrid, Lousville (Kentucky) y Bilbao. ¿Podrías contarnos sucintamente cuáles serían las principales diferencias entre estos tres polos científicos?
La principal diferencia que he notado es la financiación. En Estados Unidos se invierte más dinero por lo que se puede comprar mejor equipamiento. Aun así, creo que en España cada vez se intentan financiar más proyectos de investigación porque somos más conscientes de que muchos avances empiezan en un laboratorio investigando. Por otro lado, creo que en Estados Unidos conocen más la importancia de investigar y lo que se puede llegar a conseguir que en España. Yo apostaría por, desde los colegios, fomentar en los adolescentes la importancia de investigar poniendo en valor la amplitud de temáticas que tiene, por lo que la mayoría podría tener «su hueco» y encontrar algo que le guste.
¿Podrías compartir brevemente con Alumni Time el contenido de tu galardonado proyecto fin de máster?
El proyecto consistió en diseñar, programar y validar un dispositivo médico operativo que detectase de forma no intrusiva y en tiempo real si una úlcera o herida estaba infectada. Llegar a saber si hay o no infección simplemente acercando un aparatito a la úlcera, me pareció un reto increíble y finalmente lo abordé detectando los gases que emiten las bacterias infectantes mediante 4 sensores de gas, controlando la temperatura de la herida con una cámara térmica combinada con un sensor térmico y analizando la profundidad de la misma mediante un sensor de ultrasonidos. Los datos de los sensores se leen en una placa de Arduino y se envían y almacenan en una Raspberry Pi programada en Python. Finalmente todos los elementos se compactaron en una carcasa que diseñé en AutoCad e imprimí con una impresora 3D.
La verdad es que estoy muy contento de poder decir que el dispositivo funciona y que ya se está usando en varios hospitales ayudando a los médicos a conseguir los diagnósticos de sus pacientes de forma más rápida, con menos coste y sin necesidad de realizar biopsias.
Además de la investigación científica de altísimo nivel, has mantenido viva tu dedicación a actividades de voluntariado. ¿En qué medida consideras que ambas se pueden compaginar? ¿Recomendarías a todas las personas profesionales, independientemente de sus áreas de interés, acercarse a labores de voluntariado? ¿Por qué?
Bueno, siempre se puede sacar tiempo de algún lado. Hay muchas organizaciones en las que se puede colaborar durante los fines de semana o en períodos concretos de vacaciones como fue el voluntariado que hice restaurando un monasterio en Alemania con la organización HelpX. También hay muchas empresas que organizan actividades de voluntariado y que permiten compatibilizarlo con el día a día del trabajo. Por ejemplo, en la empresa en la que estoy ahora, se han organizado yincanas por el metro de Madrid con personas con síndrome de Down. Yo sí que recomendaría participar en este tipo de actividades porque ayudas a otras personas y no supone tanto esfuerzo.
¿Qué recomendarías a las y los Alumni de la Universidad de Deusto que deseen orientar su carrera profesional al ámbito de la investigación?
En mi opinión, para dedicarse a investigar conviene tener algo de vocación y motivación por la línea de investigación que se quiera seguir, sobre todo porque a veces hay que tener mucha paciencia si el proyecto no va todo lo rápido que te gustaría o si no hay financiación suficiente. Yo aconsejaría que busquen y piensen bien la temática sobre la que quieren investigar, la proyección que tiene ese tema a futuro, la financiación que van a poder recibir e informarse de qué asignaturas o temario van a tener que estudiar en el caso de hacer un doctorado.
Te deseamos lo mejor para tu prometedor futuro, pero antes, ¿qué te gustaría compartir con nosotros de tus años como estudiante e investigador en Deusto?
Ha sido muy buena experiencia, las mejores risas que me llevo fueron en las clases de Dirección de Empresas con el profesor Álex Rayón Jerez. Nos lo pasábamos pipa ya que Álex siempre conseguía relacionar el temario que dábamos con anécdotas de las diferentes ciudades de las que provenía cada alumno y nos contaba las aventuras que vivió en cada sitio. Se nos hacían las clases muy cortas y conseguíamos aprender el temario fácilmente.