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Itziar Idarraga Espel

Nos alegra constatar que, como socia y Directora B2B en LIN3S, una de las más importantes consultoras digitales del país, has llegado en un tiempo récord a un puesto directivo con tanta responsabilidad. ¿Cómo te sientes tú? ¿Podría compartir, si las hubiera, luces y sombras del proceso?

A día de hoy, me siento totalmente respaldada por mi equipo, por el equipo directivo de LIN3S y por sus socios. Desde el primer día, la confianza y transparencia con ellos ha sido absoluta y siento que eso ha permitido que pudiera dar lo mejor de mi en cada momento.

Como en todas las aventuras, no todo ha sido fácil, ya que me uní al proyecto en 2019, a escasos meses de la pandemia y con una nueva línea de negocio que poner en marcha en un escenario bastante incierto y con tres socios que llevaban casi 20 años trabajando juntos.

En esos momentos, como en muchos otros de mi carrera profesional, aparece el síndrome de la impostora, recordándote que no estás preparada para ese reto o que no tienes los conocimientos suficientes a diferencia del resto. Diría que es complicado eliminar esta sensación por completo, pero con los años me he dado cuenta de que verbalizar y mostrarse vulnerable en este sentido es el mejor antídoto y para ello, no queda otra que rodearse de un equipo en el que la confianza sea plena.

Por otro lado, existe algo que yo denomino la “intuición razonada”. Cuando tienes un reto por delante, dedicas tiempo a reflexionar y a analizar para darle la mejor solución, pero llega un momento donde no queda otra opción que guiarte por tu intuición y tomar acción. Muchas veces, sentimos miedo pensando que estamos tomando una decisión impulsiva, cuando en realidad intuición y razón están trabajando de la mano.

A lo largo de los últimos once años has tenido la posibilidad de liderar equipos y proyectos. ¿Cuál consideras que es tu enfoque de liderazgo y cómo crees que ha impactado en tus equipos y sus resultados?

Si os soy totalmente sincera, sigo cada día trabajando en conocer mejor mi enfoque de liderazgo. Creo firmemente que el desarrollo de un líder está directamente unido al desarrollo personal y el autoconocimiento por lo que, me temo, que es un camino que no termina nunca. ¡Y qué suerte que sea así!

Nunca he entendido el liderazgo como un título, sino como la responsabilidad de poder tener un impacto en las personas de una organización, incluso en ocasiones, más allá de tu propio equipo o área funcional.

Desde ahí, busco siempre impulsar al equipo desde una visión compartida de nuestros objetivos y la manera de abordarlos, entendiendo que cada persona aporta desde sus conocimientos, pero sobre todo desde sus experiencias.

Con los años, he aprendido que esto, más allá de perseguir unos objetivos empresariales muy ambiciosos, requiere de practicar la escucha activa y abordar cada tema con una mente abierta y la curiosidad de seguir aprendiendo de cada miembro del equipo.

En LIN3S, ¿qué elementos tenéis en cuenta a la hora de diseñar una estrategia digital para vuestros clientes que les ayude a impulsar el crecimiento de su marca y de su negocio?

En LIN3S tenemos cómo propósito diseñar los negocios del futuro y es por ello, que nuestro valor principal, se basa en pensar siempre en clave de estrategia de negocio.

Lo primero que hacemos es fijar y aterrizar los objetivos, retos e indicadores clave de nuestros clientes y generar un roadmap a 2-3 años para poder así conocer el retorno de las acciones desplegadas. Así, ayudamos a que nuestros y nuestras especialistas tengan un rumbo, a que puedan hablar de los temas que tienen impacto en el negocio con los clientes y no se pierdan en la mera técnica.

En este sentido, trabajamos en 3 grandes áreas: Generación de Demanda, Experiencia de usuario y Data. Es decir, atraer posibles clientes, tratar de que su experiencia con la marca sea lo mejor posible y explotar los datos para optimizar y mejorar cada proceso de esa relación.

Para que todo esto suceda, combinamos una organización horizontal que incorpora todas las áreas de conocimiento desde la excelencia del conocimiento técnico y una organización vertical a través de nuestra especialización en sectores de negocio.

Pero nada tiene sentido si no estamos alineados con el equipo del cliente. Es por ello que le damos una inmensa importancia a la formación, entendida como compartir conocimiento y capacitación. Necesitamos hablar el mismo idioma.

¿Qué recomendarías a las y los Alumni de la Universidad de Deusto, particularmente a ellas, a la hora de optar por desarrollar sus carreras profesionales orientadas a puestos de dirección?

La verdad es que la igualdad efectiva no es una realidad hoy en día. Estamos dando grandes pasos, pero aún queda mucho trabajo por hacer. Me gustaría trasladarles que a pesar de que ciertas cosas han cambiado en los últimos años, no deberíamos caer en el engaño de que el tiempo, por sí solo, hace que las cosas mejoren y que, por tanto, existen hoy obstáculos con los que nos toca seguir lidiando.

Si pudiera dar un consejo, desde mi experiencia, les diría que no hay otro camino que mantener una mirada abierta, formarse, observar, escuchar a sus equipos y sobre todo, construir ese desarrollo profesional de manera compartida, construyendo alianzas con otras mujeres, aprendiendo de ellas y trascendiendo cualquier tipo de competencia. Quizá esto haga que el camino sea un poco más lento, pero seguramente nos llevará más lejos.

Muchísimas gracias por participar en nuestra revista. Para finalizar, ¿podrías contarnos cuáles son los recuerdos que guardas de tu paso por las aulas de la Universidad de Deusto?

¡Cuántos recuerdos! Recuerdo con mucho cariño durante cuarto y quinto como trabajamos en las jornadas de puertas abiertas para nuevo alumnado y estando en la entrada del CRAI, ellos y ellas junto con sus familias se quedaban en el hall, sin entrar todavía a la zona donde se les informaba de los diferentes grados, charlando con nosotras sobre nuestra experiencia en la universidad y nuestros consejos más en petit comitè.

Los años en la universidad fueron de adaptación y aprendizaje constante: vivir una primera experiencia en el extranjero gracias al Erasmus en Amberes, pasar 2 cursos en las aulas de Ingeniería mientras remodelaban La Comercial y ¡hasta vimos construir la Torre Iberdrola ladrillo a ladrillo!