No, las cosas no vienen dadas porque sí. Las realidades las creamos nosotros, y si tenemos el poder y las ganas de hacerlas, ¿por qué no nos lanzamos? Y también creo que es muy importante no tener miedo al fracaso. La vida es caerse y levantarse continuamente, y a veces los proyectos más grandes nacen de los errores también más grandes. Como una vez me dijo una profesora -precisamente de Comunicación- “lo perfecto es enemigo de lo bueno”. Un mantra que intento aplicármelo siempre.
Eres una donostiarra polifacética: te gusta el baile, eres actriz, modelo, tocas el piano… ¿Qué te impulsó a estudiar Comunicación, especializarte en innovación y emprendimiento y después a hacer un máster en Periodismo de Televisión?
Bueno, actriz y modelo… no diría yo… he hecho mis pinitos, eso sí, jaja. Me encantan los retos y comunicar… comunicar de diferentes maneras (también a través del baile o tocando el piano). Y es precisamente por eso por lo que me aventuré a estudiar Comunicación. No sabía muy bien a qué quería dedicarme en un futuro, pero lo que tenía claro es que quería vivir comunicando. En un principio, me decanté por la comunicación corporativa y lo compaginé con Innovandis porque siempre he sido una chica curiosa, con inquietudes y con ganas de trabajar de forma disruptiva (creo que ahí es donde surge verdaderamente la magia y donde nos conocemos más a nosotros mismos y a nuestro entorno). Después, gracias a un curso que hice sobre reporterismo y presentación de televisión, me picó el gusanillo y me lancé a la piscina. Sin tener esperanza alguna de que me fueran a coger en el Máster de Periodismo de Televisión de RTVE (había muchísimo nivel), así ocurrió… Aprendí un montón durante ese año y tuve la suerte de que posteriormente me hicieran un contrato en el Telediario Matinal de TVE.
¿Podrías contarnos un poco de cómo vives tú el día a día de la preparación, presentación y emisión en directo del Telediario Matinal?
Me encanta que me hagáis esta pregunta porque, cuando hablo con la gente, se piensa que entro a trabajar a hacer la conexión en directo de la mañana y ya… ¡cuando detrás hay mucho más curro! La gente del Matinal entramos a la una de la madrugada a currar con las ojeras puestas y salimos a las ocho de la mañana cuando acaba el informativo (¡vivimos al revés del mundo!). Durante la noche, preparamos el telediario. Al ser un equipo pequeño hacemos de todo (nos repartimos las tareas), pero por norma general estoy unas tres horas preparando un vídeo que se emitirá posteriormente en el informativo. Después, desayuno algo, me maquillo y me peino (yo solita, jeje) y me voy a hacer los directos entre las seis y las ocho de la mañana (si es que los hay ese día). Lo peor del Matinal es el horario; llevo tres años así y aún no me acostumbro… ¿Lo mejor? El equipazo que tenemos y el gustazo que es ver después el trabajo bien hecho. ¡Somos los que os damos los buenos días! 🙂
Hace un tiempo declaraste que lo que más te gustaba era la moda. Tras realizar el curso de presentadora de televisión descubres que esto es a lo que quieres dedicarte. ¿Qué faceta profesional crees que ganará la partida a medio / largo plazo?
Ambas me fascinan. En su día quería dedicarme a la moda, pero luego la vida me ha llevado por otros caminos… Profesionalmente me dedico a los informativos diarios, pero la moda sigue estando muy presente en mi día a día (digamos que es una de mis pasiones). Así que, quién sabe… No veo muy descabellado el hecho de compaginar ambas facetas en un futuro. ¿Periodismo de moda? ¡A mí me suena genial!
¿Qué aconsejarías a las y los Alumni de la Universidad de Deusto a la hora de afrontar las encrucijadas que se presentan a veces en la vida profesional?
Considero que a mí aún me quedan muchas encrucijadas por pasar, jaja, debido a mi corta trayectoria profesional. Pero de lo poco que sé, les diría -y aunque suene un poco a cliché- que no tengan miedo a arriesgar y a hacer lo que más les mueva el corazoncito. A lo largo de estos años me he encontrado con mucha gente que se estaba dedicado a cosas que realmente no le llenaban, pero que lo hacían por presión social o porque “es lo que hay”. Es una de las frases que más detesto… “es lo que hay” … No, las cosas no vienen dadas porque sí. Las realidades las creamos nosotros, y si tenemos el poder y las ganas de hacerlas, ¿por qué no nos lanzamos? Y también creo que es muy importante no tener miedo al fracaso. La vida es caerse y levantarse continuamente, y a veces los proyectos más grandes nacen de los errores también más grandes. Como una vez me dijo una profesora -precisamente de Comunicación- “lo perfecto es enemigo de lo bueno”. Un mantra que intento aplicármelo siempre.
Tras agradecerte por tu participación en este número de Deusto Alumni Time, y para finalizar, deseándote mucha suerte para tu carrera profesional, ¿qué recuerdos guardas de tu paso por las aulas deustenses?
¡Guardo un recuerdo maravilloso de mis años en la carrera! Deusto me ha visto crecer en lo profesional y me ha ayudado a conocerme en todas esas facetas de las que hemos hablado. Allí estudié Comunicación, pero también hice teatro, Innovandis… y por el camino me he encontrado gente maravillosa con la que creamos proyectos chulísimos y a la que siempre querré en mi equipo. Y no hablo sólo de compañeros de pupitre, sino de profesores. A ellos les debo un trocito de la Carlota de ahora. Para mí han sido mucho más que “profesores” … han sido maestros, han sido acompañantes en el camino. Me quedo con todo lo que me enseñaron (que no es poco). Ay, que se me sale la lagrimilla…