… Deusto tiene una gran responsabilidad sobre la Mamen que soy ahora. La creatividad es innata, pero el amor por las palabras, la crítica literaria, las estructuras lingüísticas y las horas de estudio con un libro entre las manos o hurgando en los pasillos de la biblioteca; esa Mamen que ahora es editora, se hizo en Deusto.
Licenciada en Filología Anglo-Germánica y enamorada de la literatura, has dedicado tu vida profesional a la docencia de la lengua inglesa in-company. Recientemente, en 2019, te aventuras en el mundo editorial y fundas Ediciones Escondidas. ¿Cómo definirías este paso?
Vertiginoso y necesario. Debería de haberlo hecho mucho antes, pero las cosas llegan cuando tienen que llegar, lo importante es verlo, reconocerlo y lanzarte; y eso fue lo que pasó. Coincidió con un momento personal en el que sentía que necesitaba un cambio. El fallecimiento de una amiga me llevó a preguntarme si yo había hecho todo lo que siempre había pensado que quería hacer y me di cuenta de que no, que últimamente me había dejado llevar por mi matrimonio, la maternidad y la comodidad de la vida familiar y que había olvidado por el camino a la Mamen creativa, activa, valiente e independiente de antaño. Y así nació Ediciones Escondidas, su nombre lleva un doble mensaje desconocido para muchos, porque así fue como comencé el proyecto, a escondidas, sin compartirlo con los míos por temor a que me pusieran delante todas las complicaciones, sinsabores o luchas que una empresa así conlleva. Y eso me hubiera impedido seguir, a mí, que soy tremendamente positiva y un poco inconsciente e insensata y tiendo a ver sólo lo bueno.
Según tus palabras, Ediciones Escondidas es una editorial pequeña e independiente que acoge cualquier subgénero literario escrito por, para y sobre mujeres. ¿Cuál es la motivación de esta apuesta?
Ediciones Escondidas nació con el propósito de dar voz a autores desconocidos, cuya principal actividad no tiene ninguna relación con la escritura, y papel, a los escritores en las redes, en plural y en general (y esta es la segunda acepción del nombre, descubrir esa obra escondida en el fondo de un cajón). Es cierto que esas palabras son mías pero desde que las escribí he crecido como editora, y quizás también como persona, he abierto la lente, el visor con el que miro la vida y a través de las reacciones de los lectores, del trabajo con mi equipo, de mi nuevo proyecto de vida , he aprendido que hombres y mujeres somos mucho más parecidos entre nosotros de lo que nos habían permitido ser y de que no hay una literatura por o para la mujer, y sí una sensibilidad ajena al género del lector. Pero también es cierto que yo realizo mi trabajo de editora como mujer, que mi punto de vista es el de una mujer, que quienes se acercaron a Ediciones Escondidas y apostaron por una editora novel fueron mujeres, hubo esa sinergia desde el principio. Mujeres que me han enseñado mucho sobre la profesión y sobre esa red invisible que estamos tejiendo las mujeres. Annie Ernaux, nuestra última premio Nobel de literatura, lo explica muy bien cuando dice que para ella «escribir es de por sí un compromiso feminista. Pero no ligado al contenido, no porque cuente “historias de mujeres” sino porque lo hago desde el punto de vista de una mujer, y creo que eso ya contribuye a ampliar el modo en el que se ve el mundo, pone un freno a la concepción masculina del mundo que todavía impera.»
Lo más importante de un libro es su contenido. Para ti, además, el continente de la obra no le debe ir a la zaga. ¿Cómo vives este proceso creativo?
Surge de manera natural a lo largo del proceso de edición, cada texto es único y revela en cada palabra su idiosincrasia. Un poemario como “Afectos y canciones” que nos desvela una vida a lo largo de las cuatro estaciones de un año, necesita un papel delicado, una tipografía clásica y dulce, un formato ligero con medidas estándar como las de sus versos; un libro de cuentos como “Cuéntame un cuento y llévame a otro lugar” debe de ser de un color que nos invite a soñar, y estrecho y largo como esos relatos. La fotografía de “Por si no te lo dije” requiere un papel y tamaño que dignifiquen su importancia y los versos de Fernando, un poeta en las redes, deben de ir en una tipografía actual, clara, fácil. No hago más que seguir mi instinto, y lo que cada obra me cuenta, aportando información adicional con el tacto y la vista, porque un libro tiene que ser agradable al tacto, tienes que sentir que no quieres soltarlo una vez lo sujetas entre tus manos y tiene que llamarte desde las estanterías de tu biblioteca o de las librerías. Como digo siempre, publico lo que me gusta leer.
¿Podrías contarnos cómo ha sido / es tu relación con los cuatro autores cuyas obras has publicado en estos tres años?
Dos, Ediciones Escondidas solo tiene dos años. Nuestra relación es Íntima y muy intensa. Un editor, o mejor dicho, yo editora irrumpo en su trabajo sin pudor, lo hago mío, lo corrijo, lo organizo, le doy una nueva vida o una intención diferente. Y le otorgo un título. Y lo visto de domingo con una cubierta que lo identifique con su contenido, con el autor y con la editorial. Es un trabajo muy delicado, pero he sido muy afortunada y todos nuestros autores me han dado carta blanca para editar su obra libremente. No obstante, siempre ha existido una magnífica sintonía, cada paso del proceso de edición lleva detrás muchos intercambios de correos electrónicos, llamadas telefónicas o cafés en los que compartimos nuestras ideas y sugerencias, y las defendemos hasta llegar al producto final que conocéis.
Si no es mucha indiscreción, ¿qué ocupa ahora tu atención editorial a corto plazo?
Ahora mismo estoy trabajando en tres libros, dos de ellos, el cuento “Más allá de la Ría” y una novela irreverente y genial cuyo título aún no está decidido, pertenecen a Ediciones Furtivas que es el sello que se dedica a la auto-publicación. En el tercero Alberto Otaduy, nuestro fotógrafo, lidera un proyecto interesantísimo sobre la mujer en los 50. Sólo puedo decir que repetimos el formato de fotografía y poemas que tantas satisfacciones nos ha dado, pero que esta vez todos, fotógrafo, poeta y modelos son parte activa, y no debo avanzar nada más.
Por otro lado, en cuanto a la parte menos creativa que es la gestión de la editorial, estoy en un momento de desarrollo en que veo necesaria la consolidación de la firma en el panorama de las editoriales independientes, para ello estamos trabajando en la modernización de nuestras RRSS y web, y en los procesos de venta, promoción y distribución.
Para terminar, agradeciéndote por dedicarnos estas palabras para nuestra revista, ¿qué recuerdos guardas de tu paso como estudiante por la Universidad de Deusto?
Inmejorables… disfruté tanto esos años, aprendí tanto… Deusto tiene una gran responsabilidad sobre la Mamen que soy ahora. La creatividad es innata, pero el amor por las palabras, la crítica literaria, las estructuras lingüísticas y las horas de estudio con un libro entre las manos o hurgando en los pasillos de la biblioteca; esa Mamen que ahora es editora, se hizo en Deusto.