Si realmente te formas, si realmente te rodeas de un buen equipo y ves que tu recorrido va por buen camino, seguramente lo puedas ir profesionalizando poco a poco también, y tengas un día la suerte de elegir tu pasión como primera profesión.
Tras finalizar su licenciatura en Ciencias Políticas y Sociología en la Universidad de Deusto, se doctora en Pedagogía por la misma institución investigando sobre la empleabilidad del universitario a través de la orientación del aprendizaje basado en competencias. Desde algunos años antes de defender su tesis doctoral hasta hoy, compagina sus estudios, docencia e investigaciones con las artes escénicas en la compañía que dirige desde hace doce años: Let’s dance.
Con siete años das comienzo a tu formación artística empezando por el solfeo y el piano ¿En qué momento descubres que querías seguir por ese camino y dedicarle tu vida?
Realmente fue algo que surgió de forma muy natural. Nada pensado ni meditado. Cuando comencé mis estudios universitarios, creía que me tenía que centrar solamente en ello y no hacer nada más, para poder hacerlo realmente bien, pero mis amistades me convencieron para ir a clase de danza moderna, en Bilbao, dado que decían que se me daba bien el baile. En seguida acepté y realmente fue todo un hallazgo, en seis meses ¡ya quería sacarme el título de profesora! Jajaja. Estaba realmente enganchada. Tuve que irme fuera a formarme realmente bien, los fines de semana, dado que entre semana estudiaba Sociología en la universidad y no podía faltar. Barcelona, Madrid, Valencia… fueron mis escuelas.
Tras años de formación en disciplinas de danza moderna, el grupo artístico con el que siempre iba, me ayudó a hacer precisamente estos eventos aquí; las convenciones de danza moderna; campeonatos internacionales y masterclasses en disciplinas variadas, casi siempre relacionadas con la danza moderna, aunque si bien es cierto que, cada vez más, introducíamos pequeñas cuñas en otras disciplinas, como el teatro o el canto.
Desde entonces, ha sido continua tu formación y especialización en Música, Piano, Danza Moderna y Teatro Musical en diversos centros especializados de prestigio nacional e internacional (Juan de Antxieta, Escuela María Beltrán, Urban Dance Factory, FEDA, etc.). Y todo esto en paralelo con tu exitosa formación universitaria. ¿Cómo has podido compaginar esas dos vidas tan demandantes de tiempo, esfuerzos y dedicación?
Yo creo que es algo natural, no puedo parar de hacer cosas, sobre todo, de crear. Simplemente cambié mis hábitos de ocio. Los fines de semana casi siempre estaba fuera, formándome en convenciones especializadas de estilos urbanos, mayoritariamente, y asistiendo a muchísimos musicales, tratando con directores de espectáculos… una cosa lleva a la otra e iba a más, pero no por ambición, si no por ilusión.
Si te organizas bien y te rodeas de gente con tus mismas afinidades, es increíble la de proyectos que puedes llegar a desarrollar y el compañerismo que se genera.
En marzo del presente año has sido nombrada miembro de la Academia de Artes Escénicas. ¡Enhorabuena! No siempre se recibe a tiempo el reconocimiento a una vida dedicada a lo que cada uno podría considerar como su vocación ¿Cómo has vivido este nombramiento y qué está suponiendo para ti y tu compañía?
Fue de repente, con honestidad, es que ¡ni sabía que existía la Academia de Artes Escénicas! Pero coincidió la misma semana que nos presentamos a los Premios Max con 4 musicales, así como la promoción en gira de la última producción, Oliver Twist, donde ahí realicé una distribución en mass media del mismo y así, entre una cosa y otra, supieron de mí y yo de ellos. Revisaron mi perfil y me invitaron a unirme a la entidad, dada mi trayectoria artística. Fue increíble, todo un honor. Sobre todo, tras leer qué académicos formaban parte de la misma. Sólo el hecho de proponérmelo, fue un gran halago.
Lo hemos vivido con la mayor ilusión del mundo. Sobre todo, porque es muy muy duro sacar proyectos adelante y el recorrido en sí es muy arduo; inversiones, dedicaciones personales muy fuertes… que te den este tipo de reconocimiento, fue una inyección para seguir así, en este camino.
Si nos lo permites, ¿Podrías adelantarnos cuál es (o son) el (los) próximo(s) proyecto(s) en los que estáis trabajando y para cuándo?
Sí, claro. El día 1 de mayo, volvemos a representar “Oliver Twist”, en la sala principal del Teatro Campos Elíseos de Bilbao. El día 29 de junio, volvemos tras 5 años y pico con “Aladdin y la lámpara maravillosa”, un musical que es precioso, de verdad, muy especial.
Y las novedades siempre las hacemos en Navidad. Traemos el Musical “Sherlock”, ya diremos dónde, porque estamos en ello y volvemos con “Cuentos de Nunca Jamás”, para los más pequeños, en la Kupula del Campos Elíseos, que llenamos el año pasado y hay que repetir.
A la vista de tu impresionante trayectoria profesional, ¿Qué aconsejarías a los y las alumni de la Universidad de Deusto que por vocación han seguido un itinerario similar al tuyo compaginando las artes y la universidad y que quizás no se atreven a dar el salto para dedicarle más tiempo a su pasión?
Tengo mucho cariño y mucha vinculación con el área Alumni de la Universidad de Deusto, como bien dices, mi tesis fue dirigida precisamente por esos lares. ¿Sinceramente? Se puede con todo. Yo he viajado y he salido todo lo que he querido y más, pero me he sacado la carrera procurando no descuidar mis cualificaciones. A fin de cuentas, en el fondo, era algo que siempre quería tener como estable. Y luego puedes crear todo lo que quieras. Si realmente te formas, si realmente te rodeas de un buen equipo y ves que tu recorrido va por buen camino, seguramente lo puedas ir profesionalizando poco a poco también, y tengas un día la suerte de elegir tu pasión como primera profesión.
Además de agradecerte por tu participación en este número, quisiera terminar preguntándote ¿Qué recuerdos guardas de tus años como estudiante en la Universidad de Deusto?
Yo a la Universidad de Deusto le debo mucho. Y la conozco bien. Mis hermanas y yo hemos estudiado aquí y la verdad, muy contentas. Sociología fue una carrera maravillosa, donde conocí a gente que a fecha de hoy sigue siendo mi cuadrilla. Muy completa, interdisciplinar, como se decía. Al tratarse de un área social principalmente, tocabas temas muy humanos y muchas realidades que hoy en día están en boga.
Al igual que ocurrió con mi recorrido artístico, jamás pensé que acabaría trabajando en la Universidad. De hecho, me especialicé en Recursos Humanos para ir a empresa, pero presenté un proyecto competitivo para la misma Facultad donde estudié y así empecé. A veces la vida no te muestra claramente tu camino, hay que saberla escuchar.