Como administración local, y más aún en un municipio como he dicho, pequeñito de unos 350 habitantes, somos la primera puerta en cuanto las personas tienen problemas, ya que somos la institución más cercana a la ciudadanía con una importancia enorme, la mayoría de las veces mayor que la que se les suele dar y estamos obligados a darles la mejor respuesta posible dentro de nuestras posibilidades que también son limitadas desgraciadamente.
Mientras finalizas el grado en Derecho compaginas tus estudios con la vida política municipal como alcalde de Murueta, convirtiéndote en 2019 en el alcalde más joven de Euskadi. ¿Qué supuso para ti saltar de las aulas universitarias a la arena política?
La verdad es que una experiencia totalmente nueva y apasionante
Me encontraba en segundo de carrera cuando me propusieron ser candidato a la Alcaldía de Murueta, y no lo dudé ya que me rodeaba un equipo extraordinario y sabía que no iba a ser una cosa solo mía sino de trabajo en equipo que tendría que liderar y yo tenía muchas ganas e ilusión para poder aportar al Municipio.
Cuando me hicieron la propuesta, lo primero, antes de nada, fue consultar la compatibilidad con los profesores de la Universidad, sobre todo con Santiago Larrazabal al que estoy muy agradecido por todo lo que me ha ayudado para poder ver si los estudios del Grado en Derecho y la Especialidad Económica podrían ser compatibles con el Ayuntamiento, ya fuese como Concejal o como Alcalde, ya que no quería abandonarlos y los quería acabar en cuatro años como lo tenía previsto. Me dijeron que sería posible, pero con más sacrificio, esfuerzo y trabajo, y así fue.
También es verdad que muchos de los conocimientos adquiridos en la Universidad me han servido para la práctica en el Ayuntamiento, cosa que me ha facilitado mucho en las tareas de la Alcaldía.
Como alcalde, ¿qué balance haces de estos cuatro años? ¿Te atrae la idea de seguir en la política en el futuro?
Un balance muy positivo. Han sido cuatro años de aprendizaje continuo y sobre todo de mucho trabajo, pero de una satisfacción muy grande por poder trabajar para mejorar la calidad de vida de los vecinos y vecinas y mejorar el municipio.
Al principio, aunque tenía conocimientos teóricos del funcionamiento de un Ayuntamiento, la práctica era nueva para mí y tuve que aprender mucho, pero poco a poco vas aprendiendo igual que en la vida. Sobre todo, preguntando.
También hemos pasado la Pandemia tan dura de la COVID-19 pero, gracias al equipo, ha sido más fácil sobrellevarla, ya que era una incertidumbre constante a nivel mundial y como no, a nivel local, pero entre todos y todas la conseguimos afrontar de la mejor manera posible.
Sobre el futuro, la verdad es que no lo sé, es una cosa que tampoco depende únicamente de mí, la vida da muchas vueltas; de momento quiero seguir formándome adquiriendo conocimiento y como siempre digo, cada cosa tiene su momento. Y si me necesitan y puedo ser válido, allí estaré al servicio de las personas para poder contribuir en la mejora de la calidad de las mismas en el lugar donde me corresponda.
¿Podrías contarnos algo del día a día de un ayuntamiento de la Bizkaia profunda?
El día a día de Murueta al ser un municipio pequeñito de unos 350 habitantes es muy variado.
Al final estamos los que estamos y la relación con los vecinos y vecinas es directa, como se suele decir, nos conocemos todos y mientras estemos tenemos que dar la mejor respuesta a todas las necesidades de los vecinos y vecinas, ya que para eso estamos. Al servicio de ellos y de ellas.
Como administración local, y más aún en un municipio como he dicho, pequeñito de unos 350 habitantes, somos la primera puerta en cuanto las personas tienen problemas, ya que somos la institución más cercana a la ciudadanía con una importancia enorme, la mayoría de las veces mayor que la que se les suele dar y estamos obligados a darles la mejor respuesta posible dentro de nuestras posibilidades que también son limitadas desgraciadamente.
Durante la actual legislatura inicias el Máster Universitario en Gobernanza y Estudios Políticos. ¿Qué aprendizajes, y qué nuevas competencias, consideras haber adquirido en este tiempo? ¿Dónde te ves de aquí a cinco años?
Sobre todo, profundizar conocimientos adquiridos en el grado, en el día a día del Ayuntamiento y en la política en general.
Creo que es imprescindible seguir formándome, y más aún en la situación en la que me encuentro como Alcalde, para poder mejorar y poder ser mejor en las tareas que me competen desde la Alcaldía.
He tenido la oportunidad de seguir haciéndolo en campos que creo que son muy importantes y fundamentales pero que desafortunadamente hoy en día generalmente no están ni bien vistos ni valorados como pueden ser la Política y la Gobernanza y puede ser porque ha habido gente que no ha estado a la altura de las circunstancias. Para mi entender, tiene que haber una vocación de servicio público, una preparación académica que no siempre es imprescindible pero que puede dar ese plus y sobre todo ilusión, trabajo y humildad.
De aquí a cinco años no sé dónde me veo, de momento vivo el presente en el que me encuentro y me sigo preparando para el futuro, pero sí tengo que confesar que cada vez tengo más claro que si fuera posible y tuviese la oportunidad me gustaría transmitir el conocimiento adquirido dando clases en la Universidad.
Tras agradecerte por tu participación en este número de Deusto Alumni Time, y para finalizar, ¿qué recuerdos guardas de tu paso por las aulas deustenses?
Agradeceros a vosotros y a vosotras por contar conmigo de poder aportar un granito de arena en este número de Deusto Alumni Time.
La palabra que me viene a la mente es nostalgia. Fui muy feliz en Deusto, como se suele decir en la Universidad, la Casa de Deusto. Tengo recuerdos y vivencias que nunca olvidaré y que siempre tengo presentes.
Aprendí muchísimo y me formé académicamente pero también personalmente gracias a la calidad del profesorado y los valores de Deusto como son la paz, la justicia, la armonía, los derechos humanos y el respeto y esa idea de mundo más justo, solidario y humano.
También he de decir que no descarto volver a la Universidad de Deusto para seguir formándome y seguir adquiriendo conocimientos ya que creo que el aprendizaje es continuo en un mundo y una sociedad que avanza a un ritmo vertiginoso y no nos podemos quedar atrás para vivir el presente, que es un instante, y el futuro que nos depara y poder afrontarlo de la mejor manera posible.