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Paloma Rodrigo Salaverri

Que no esperen a que llegue el mejor momento, a veces el mejor momento es ahora

Enamorada de la cultura en todas sus formas y expresiones. Bailarina de corazón desde hace más de 10 años y gracias a ello artista ocasional.

Graduada en Administración y Dirección de Empresas, defensora del potencial de la cultura como herramienta de cambio… ¿Quién es Paloma Rodrigo?, ¿Cómo una persona que estudia Empresariales acaba trabajando en un movimiento global que trata de cambiar el mundo a través del arte y la cultura?

Decidí estudiar en la Deusto Business School, con un objetivo muy claro, ser una gran profesional en el mundo del marketing y trabajar en una multinacional de gran consumo. Cada año de carrera creía en ello con más fuerza.

Pero fue estando de Erasmus en Lyon, una experiencia que recomiendo firmemente, cuando surgió la primera chispa, una nueva perspectiva. Allí conocí a un profesor que me inspiró y me retó a salirme del camino que me había marcado. Con su asignatura me hizo ver que podía dedicarme a la danza, algo que siempre me ha apasionado, vinculándola con el marketing.

No obstante, al volver, dejé atrás la idea de trabajar en el sector cultural al ver que era muy difícil y que yo no cumplía los requisitos de las ofertas que encontré. No fue hasta el último día de clase, cuando Jordi Albareda, uno de mis profesores me descolocó de nuevo. Ese día tocaba hablar de un nuevo sector, el llamado “cuarto sector”, un nuevo concepto de empresa que en lugar de maximizar el retorno de los accionistas, busca maximizar el impacto social. Como ejemplo de ello nos habló de un proyecto que estaba poniendo en marcha. Tenía una idea, creía que el arte y la cultura podían cambiar el mundo. Y tenía un sueño, imaginaba a miles de artistas de todo el mundo actuando un mismo día con el fin de crear una Sociedad distinta. Ese día es Fair Saturday.

Fue entonces cuando decidí lanzarme a la piscina. Hoy, casi dos años más tarde, no puedo alegrarme más de haber tomado esa decisión.

¿Qué has aprendido gracias a Fair Saturday?

Una de las cosas más interesantes que me ha aportado este proyecto es el aprender a materializar una idea. Cuando llegué a Fair Saturday, el proyecto era una hoja en blanco: sin estructura, sin plan financiero, sin resultados que prueben que lo que estábamos vendiendo tenía sentido… He aprendido a poner en marcha un proyecto desde cero.

El Trabajar en una start up te permite conocer e implicarte y colaborar en distintas áreas de una empresa de forma simultánea. Te conviertes en responsable de comunicación, ventas, ONGs, finanzas e internacionalización. Todo en un mismo día.

En la universidad me dijeron que hiciese lo que hiciese, me dedicaría a vender. No podían tener más razón. Da igual que me ponga el sombrero de contable, de responsable de community manager o de organizadora de eventos. Me paso los días aprendiendo a vender.

Otro aspecto clave que he aprendido, que es una lección común en todas las start ups, es el de hacer mucho con muy poco. En clase nos gustaba hablar de “lean start up” y ahora por fin he conocido de primera mano lo que implica. Es increíble lo que puedes llegar a lograr con un equipo reducido de personas, escasos recursos financieros, una idea y ganas infinitas de comerte el mundo. Es un reto precioso.

¿Qué proyectos profesionales tienes en el futuro?

En el futuro espero seguir haciendo crecer Fair Saturday hasta conseguir convertirlo en un movimiento global. Estamos trabajando en la internacionalización del modelo en ciudades de Europa, Sudamérica, Estados Unidos e incluso Asia. Me encantaría ser la persona que lleve esta locura que ha nacido en Bilbao a nuevas ciudades por el mundo.

Por otro lado, seguiré trabajando en el desarrollo de nuevos proyectos e iniciativas de transformación social a través del arte y la cultura. El sector cultural es un sector muy vivo, líquido y cambiante. Un sector estratégico, bajo mi punto de vista, en la construcción de sociedades mejores. Así que tengo claro que quiero desarrollar mi carrera en este ámbito.

¿Qué consejos darías a los Alumni que están empezando su carrera profesional?

Aunque aún tengo poca experiencia para dar consejos, hay algo que tengo muy claro y que he aprendido en estos dos años. Yo les animaría a que identificaran qué es eso que les hace vibrar, y que se hagan la típica pero necesaria pregunta de ¿qué quiero ser de mayor?

Que sean un poco inconformistas y se arriesguen, porque nunca es tarde, eso es cierto, pero que no esperen a que llegue el mejor momento, a veces el mejor momento es ahora.

A lo largo de nuestras vidas vamos a dedicar muchas horas a trabajar y es mucho mejor que disfrutemos de ellas. Por eso, yo he decidido no vivir para trabajar ocho horas, disfrutar ocho y dormir otras ocho. Podría estar bien. Pero yo he preferido dedicarme a algo que me aportase a mí como persona y que tuviese un impacto positivo en la Sociedad, algo capaz de hacerme feliz. Porque cuando haces cosas en las que crees, no existen las horas, el tiempo, simplemente no pasa.

Por ello, mi consejo es algo tan sencillo como eso, que dediquen tiempo a pensar qué es lo que les gusta y que tengan la valentía de ir a por ello.

Muy Personal

Una ciudad para soñar
París.
Un libro
“Contra el viento del norte” Daniel Glattauer
Una canción
“Sweet Child O’ Mine” Guns N’ Roses
Una película
La Sonrisa de Mona Lisa
Un actor o actriz
Keira Knightley
Rasgo principal de mi carácter
La asertividad
Mi principal defecto
Mi carácter (a veces)
En mi tiempo libre me gusta
Bailar
Mi sueño dorado
Recorrer el mundo y conocer sus rincones más especiales y curiosos
Mi deporte favorito
¿Cuenta la danza?
Mi comida preferida
Todo lo que tenga queso y/o bechamel