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La vuelta a España creo que fue lo más complicado. En Londres descubrí un mundo de posibilidades, un sector repleto de grandes profesionales, válidos, respetados, un ambiente ambicioso y dinámico… Sin embargo, a la vuelta me encontré con una mentalidad cerrada, con ofertas de empleo que no reconocían mis competencias, no retribuían a un empleado digno, ni ofrecían oportunidades de desarrollo. Es curioso, cómo precisamente en un país en el que el turismo es una de las industrias más importantes aportando más de un 13% al PIB en el año 2024 se valora y retribuye tan mal.
Enhorabuena por tu reciente nombramiento como embajadora en Bilbao del CIDH – Círculo Internacional de Directivos y Directivas de Hotelería. ¿Qué ha significado para ti este reconocimiento?
Muchas gracias. La verdad es que es un reconocimiento del que estoy muy orgullosa tras 10 años de experiencia en el sector. Mi carrera en la Hotelería no comenzó de forma vocacional, pero, a fuerza de trabajar con grandes profesionales del sector hotelero de lujo, me contagié de la pasión y aprendí a apreciar las grandes oportunidades del dinámico trabajo Hotelero.
Creo que este tipo de asociaciones en España son realmente importantes ya que actualmente parece que cualquier especulador de la vivienda puede dedicarse a este oficio, con las viviendas turísticas. Sin embargo, el CIDH me recuera que aún quedan profesionales que buscan generar un impacto en la sociedad desde este oficio. La Hotelería es muy jerárquica, sin embargo, en el CIDH se rompe en cierta medida este orden y se involucra a personas de distinta edad y procedencia con el objetivo común de seguir innovando, creciendo y formándose para crear experiencias inolvidables para el huésped. Como siempre decíamos en la uni: viajar es el único gasto que te hace más rico.
Además, cómo buena Bilbaína tengo un orgullo de pertenencia enorme y poder ser embajadora desde Bilbao, haciendo llegar todo lo que tiene que aportar el CIDH a colegas de la profesión de la zona, me hace especial ilusión. Si algo aprendes en esta profesión es que nadie es tan bueno “solo” como lo somos conectados / en equipo.
Antes, en 2019, también obtuviste el Front Desk Employee of the Year 2019 en el Sheraton Grand London Park Lane. ¿Qué sentiste entonces y cómo influyó en tu carrera?
Londres para mí fue un cambio tremendo. Es una ciudad increíble pero muy dura y en nuestro sector hay muchas oportunidades y por tanto… mucha competitividad con personas formadas en las mejores escuelas del mundo.
En mi caso, además, pasé de un Hotel de 43 habitaciones en un pueblo de 950 habitantes al barrio de Mayfair con más de 300 habitaciones. Pasé a tener oficialmente personas a mi cargo, cuyo desarrollo formaba parte de mis responsabilidades, además de la implementación de procesos y con ello descubrí una gran vocación formadora que me animó a seguir dando pasos de liderazgo de equipos en la industria.
Por todo ello, este premio influyó principalmente en mi autoestima como profesional y significó un refuerzo de la idea de que el esfuerzo tiene recompensa y que estaba capacitada para seguir creciendo.
Tu carrera ha sido muy dinámica, con experiencias en España y en el extranjero. ¿Cuál ha sido el mayor desafío al que te has enfrentado en la industria hotelera?
La vuelta a España creo que fue lo más complicado. En Londres descubrí un mundo de posibilidades, un sector repleto de grandes profesionales, válidos, respetados, un ambiente ambicioso y dinámico… Sin embargo, a la vuelta me encontré con una mentalidad cerrada, con ofertas de empleo que no reconocían mis competencias, no retribuían a un empleado digno, ni ofrecían oportunidades de desarrollo. Es curioso, cómo precisamente en un país en el que el turismo es una de las industrias más importantes aportando más de un 13% al PIB en el año 2024 se valora y retribuye tan mal.
Actualmente ostentas el puesto de Sales Executive del icónico Marriott International Hotel María Cristina, a Luxury Collection, en Donostia. Mirando hacia atrás, ¿qué habilidades o competencias consideras esenciales para los y las jóvenes que desean desarrollar su carrera profesional en el sector turístico y hotelero?
Mi visión del mundo laboral siempre ha sido una carrera de fondo, con lo que considero que en distintas fases se requieren distintas competencias. Aunque una cosa es clara, y es que los idiomas siguen siendo vitales en este sector.
Al inicio, siempre digo que lo que más puede aportar (y se debe) una persona recién graduada es frescura, vitalidad y optimismo propias de la juventud. Y también desde la humildad, innovación. Más adelante serán esenciales habilidades comunicativas y sociales: de trabajo en equipo y llegado el momento de liderazgo.
En el punto en el que me encuentro yo, considero que la ambición es un factor clave sobre todo en España, dónde desgraciadamente el sector no está debidamente reconocido ni valorado y si uno no cree que puede hacer “más” o “mejor” y va a por ello, nadie se lo va a dar.
Al hilo de esto, creo que la resiliencia es indispensable ya que además de gratificante para quien sabe valorarlo, es un sector duro.
Dándote las gracias por tu participación en este número de nuestra revista, una última pregunta: ¿qué recuerdos te llevas de tu paso como estudiante por las aulas de la Universidad de Deusto?
Gracias a vosotros por contar conmigo, ya que siempre es un placer poder apoyar desde mi lugar, al futuro de esta profesión.
Guardo muy buen recuerdo de mi paso por la UD. Se trataba de una carrera multidisciplinar que iba muy bien con mis intereses y personalidad con oportunidad de aprender tanto de derecho, cómo de psicología o contabilidad. Además, tuve mucha suerte con mis compañeras, con las que formamos muy buen equipo para distintos proyectos pudiendo aportar cada una desde sus fortalezas.
La Universidad también me abrió la puerta a grandes oportunidades de prácticas que me permitieron probar distintas áreas para saber de primera mano lo que me gustaba y lo que no.
Fotos: ©jmbielsa