Lo que me motivó a elegir la Universidad de Deusto fue su programa del Master of Arts in Euroculture, el enfoque sobre el concepto de Unión Europea, los valores europeos y la identidad económica, cultural y social que representa…
Tras finalizar su licenciatura en Contabilidad en la Academia de Estudios Económicos de Moldavia (ASEM) en Chisinau, en el marco del programa ERASMUS Mundus External Cooperation Windows, consigue una de las primeras becas para realizar el ERASMUS MUNDUS Master of Arts in Euroculture en la Universidad de Deusto. Antes de finalizarlo, obtiene también el DELE. Posteriormente, se traslada a Bucarest, Rumanía, donde realiza un Máster en Negocios. Domina, además, cinco idiomas: alemán, español, inglés, rumano y ruso.
Habiendo sido una de las primeras becarias del programa ERASMUS MUNDUS External Cooperation Windows para venir a la Universidad de Deusto a realizar un máster, ¿qué sentiste cuando supiste que vendrías a Bilbao? ¿Qué te movió a elegir esta universidad para hacer tu máster?
En primer lugar, quisiera agradeceros esta oportunidad de contar mi historia ERASMUS MUNDUS, mi experiencia desde ya hace 10 años y del hecho que me hayan hecho recordar momentos tan especiales para mí.
Recibí mi aceptación en el programa ERASMUS MUNDUS con mucho asombro y miedo, pero al mismo tiempo con mucha alegría, decisión y coraje. Asombro, porque desde el momento que solicité el master después de mi licenciatura y el momento al recibir la noticia, pasaron varios meses, yo casi me olvidé de mi solicitud, encontré trabajo y me puse a trabajar. Miedo, porque tenía que hacerlo sola, lejos de mi familia, en un país y ciudad desconocidos, sin conocer a nadie y enfrentarme a un idioma que sabía solamente por las telenovelas. Aun así, tome la decisión en el mismo instante con mucha alegría, porque era una sola oportunidad en la vida de recibir formación en una de las universidades europeas y que no muchos como yo tenían esta suerte de ser elegidos y cumplir este sueño, desarrollarme, conocer gente y otras culturas.
Lo que me motivó a elegir la Universidad de Deusto fue su programa del Master of Arts in Euroculture, el enfoque sobre el concepto de Unión Europea, los valores europeos y la identidad económica, cultural y social que representa, para un país que ha sido parte de la URSS y el comunismo, una libertad a la diversidad, igualdad, dignidad y bienestar. Por otro lado, creo que más bien fue la Universidad de Deusto la que me eligió a mí, que yo a ella. Siendo de Moldavia, país fuera de la Unión Europea, ha sido muy difícil obtener el visado, porque en ese momento la embajada de España para los ciudadanos moldavos estaba en Bucarest, Rumanía y para ir allí tenía que obtener otro visado de Rumanía. La burocracia ha sido un gran desafío, casi me perdí el primer semestre del Máster. Pero he tenido mucha suerte al contar con la gente de la universidad que me ha apoyado y animado constantemente.
Tu formación universitaria se ha desarrollado en Chisinau, Bilbao y Bucarest. ¿Qué similitudes y diferencias destacarías entre esas tres universidades? ¿Y en cuanto a las gentes y costumbres de sus respectivas ciudades?
Creo que entre las tres universidades hay más diferencias que similitudes, tanto la manera de enseñar como la manera de estudiar. Por un lado, hay una gran influencia de la cultura, medios de comunicación y métodos de aprendizaje, y por el otro lado tuve diferentes objetos de estudio: desde unos precisos y determinados hasta otros más de análisis y estudio, interpretación e investigación.
Creo que la gente de la universidad Academia de Estudios Económicos de Moldavia consideraba (espero que haya cambiado algo desde entonces) que no se puede fallar si se aprende a través de los métodos de estudio utilizados por varias generaciones, el método seguro es el que ha sido suficiente y convincente por mucho tiempo. En la Universidad de Deusto, por el contrario, el acento está en la novedad, la apertura al estudio, no hay equivocación si preguntas, investigas o analizas. Ha sido un poco difícil pero muy interesante cambiar de un paradigma a otro: recuerdo hacer actividades y presentaciones en equipo, intercambiando conocimientos y experiencias con compañeros de varios lugares y culturas, participando en jornadas y seminarios desarrollados entre universidades del proyecto Erasmus Mundus External Cooperation Windows Lot 6. El interés hacia los proyectos internacionales y la apertura a la cooperación con universidades de la Unión Europea lo he visto también en la Universidad Cristiana “Dimitre Cantemir” pero que, en comparación con la Universidad de Deusto, ha sido todavía al principio del camino, sin mucha experiencia y con escasos proyectos.
Pienso que me ha gustado mucho Bilbao tanto por la gente como por sus costumbres porque ha sido muy diferente de lo que viví en mi ciudad natal. Aquí además del trabajo la gente estaba más relajada, se divertía, salía mucho de “tapas y pinchos”, Erasmus Partys los jueves, después, los fines de semana por las playas (Neguri, Areeta, Sopelana o Arrigunaga) dar un paseo o dar una vuelta con la bicicleta. Me gustaba mucho caminar por la ciudad cerca del río o los parques observando la naturaleza. ¡Son tan afortunados de tener todo muy cerca! En comparación con Chisinau y Bucarest, la experiencia ha sido más compleja porque he tenido compañeros de estudios de muchos países de Europa, Medio Oriente, Asia, Japón, Norteamérica y América Latina. Acostumbramos a hacer comidas – cenas internacionales compartiendo comida y tradiciones, conociéndonos mejor entre nosotros y la cultura de cada país.
Tras finalizar tu máster en Deusto, te trasladas a Bucarest, donde, además de cursar otro máster, inicias tu carrera profesional. A comienzos de 2019 te vas al norte, a Berlín, donde estás ahora. ¿De qué forma crees que ha influido tu paso por Deusto para el impulso de este camino?
Deusto y mi estancia de casi 2 años en Bilbao y San Sebastián me han cambiado completamente la vida. Bilbao es una ciudad maravillosa, tanto por su historia, cultura, el arte, sus edificios y la naturaleza. Aquí aprendí a vivir por mí misma, enfrentar el hecho de estar lejos de mi familia y viejos amigos, pero al mismo tiempo cerca de ellos por los nuevos medios de comunicación, desafiarme más en el aprendizaje, conocer otras culturas e idiomas y hacer nuevos amigos, disfrutar de nuevas experiencias y ser siempre curiosa. Aunque te comprometas como becaria a regresar a tu país de origen después del máster y que apliques lo que has aprendido, que uses tu experiencia para desarrollar un mundo mejor, regresas allí, y te das cuenta de que has cambiado tanto que no encajas ya en la misma mentalidad y realidad. Por esto he seguido mi instinto de no esperar el cambio allí, de poner en práctica un importante pilar del programa – la movilidad – y seguir otros desafíos. En mi carrera profesional siempre he intentado mezclar mi licenciatura de Contabilidad, mi afición por la lengua española y mi interés despertado del programa del máster por la diversidad, movilidad y multiculturalidad. En Bucarest he conseguido trabajar, al principio, en empresas españolas establecidas en Rumanía y después, en el departamento de contabilidad prestando servicios de externalización de procesos empresariales para empresas globales con divisiones en España. El traslado a Berlín por motivos familiares ha sido otro reto para mí: conocer la ciudad y la gente, aprender un nuevo idioma, encontrar trabajo y adaptarme a una cultura diferente. Creo que después de la experiencia vivida en Bilbao, me volví más abierta a lo nuevo, a las culturas diferentes, he desarrollado la capacidad de aceptar la diversidad y la globalización y todo esto me ha ayudado ahora a encontrar el equipo multicultural Audible, que produce y ofrece audiolibros digitales para varios países e idiomas.
¿Qué recomendarías a los y las Alumni de la Universidad de Deusto en cuanto al salto internacional para el desarrollo de la carrera profesional?
Pues les recomiendo tener coraje. El miedo a lo desconocido nos hace vulnerables y hay tantas cosas en el mundo para descubrir, conocer y aprender. Que aprovechen cada oportunidad que les da la vida para salir de su cascarón y ver el mundo, conocer idiomas y culturas nuevas, desafiarse con cambios personales y profesionales. Ser abiertos y positivos. Ser capaces de reinventarse junto con el cambio, inspirarse en la cultura y la tecnología.
En estos tiempos la tecnología se desarrolla mucho, las empresas la utilizan, el trabajo se hace en equipo y este se vuelve más internacional. Conocer tecnologías nuevas, varios idiomas y culturas diferentes hace crecer tu valor como persona y como profesional.
Gracias por compartir con nosotros un poco de tu vida. Por último ¿Qué recuerdas de los años que pasaste en la Universidad de Deusto?
Además de las cenas interculturales con nuestros compañeros de varios países que nos ayudaron a saber de las costumbres y cultura de cada uno, pasear por la ciudad conociendo Bilbao y sus alrededores, recuerdo las prácticas en el Departamento de Relaciones Internacionales de la Universidad. Aquí tuve la oportunidad de conocer mejor los proyectos de educación europea y de la cooperación internacional entre las universidades (Erasmus, Humanitarian Net, NOHA). Me he implicado en tareas generales de la oficina y de índole contable dando apoyo en el intercambio de estudiantes, investigadores recién llegados o ya establecidos que tenían dudas o preguntas de cualquier tipo. También recuerdo el magnífico equipo de allí que quedó en mi corazón por mucho tiempo.