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Pienso que todas estas señas están impresas en la identidad de la Universidad de Deusto, y que las podemos ver al recorrer sus pasillos. Abrir la puerta y notar cómo te envuelve y te acompaña ese sentido profundamente solidario es fácil aquí. Me encanta tener este sentimiento cada vez que entro en la Universidad, y me encantará conservarlo en el futuro.

El pasado 28/10/2020, Andrea Khalfaoui defendió su tesis doctoral Claves para la convivencia intercultural en educación infantil. Antes de nada, enhorabuena y muchísimas felicidades por tu doctorado.

Se podría decir que eres una mujer que reúne en sí misma mucho de lo que es el objeto de tu brillante carrera académica y profesional. Un auténtico crisol en el que interactúan la interculturalidad – varias culturas minoritarias: la amazigh, la romaní, la vasca… -, su pasión por la educación, el diálogo y su militancia feminista. ¿Qué ha supuesto para ti esta confluencia de elementos? ¿Cómo percibes que cada uno influye en, e interactúa con, los demás?

Entendí que esta confluencia de elementos es resultado de una multiplicación de factores (familia, contexto y sentido) cuando el Catedrático en Sociología de la Universidad de Barcelona, Ramón Flecha, me lo hizo ver en una conversación muy especial que siempre recordaré como un regalo. Esta conversación me liberó y me reafirmó mucho en la idea de que podemos decidir quién somos, hacia dónde queremos ir y con quién compartimos este camino. Así, entendí que tener una amona gitana, un padre amazigh y sentirme también vasca no es solo posible, si no que es además una gran suerte. Décadas de investigación evidencian que la interacción es clave en el desarrollo y aprendizaje humanos pero, además, cuando experimentas de forma consciente que somos fruto de las interacciones que tenemos, es maravilloso. Es una suerte que podamos escoger cuáles tenemos, cuáles nos alimentan los mejores sentimientos y cuales no. Esta idea es clave también para la educación si queremos una sociedad más libre, más justa y cohesionada.

En este sentido, desde 2016 estás plenamente dedicada a la investigación en torno a la educación infantil, la inclusión – de migrantes, de mujeres, de personas con diversidades funcionales, de personas reclusas, etc. – la población romà, la educación dialógica, la multiculturalidad… ¿Cuándo, cómo y por qué decides dedicarte científicamente a estos temas?

Cuando decidí cursar Educación Infantil me acompañaba la profunda convicción de que los primeros años de vida – y, por tanto, la educación infantil – asientan las bases para el desarrollo y los aprendizajes futuros. Desde la investigación educativa, ese compromiso se intensifica y se abarca desde un marco más amplio y profundo. Las y los científicos en educación trabajan para revelar las claves que favorecen aprender más y mejor, y posibilitan alcanzar el éxito educativo aportando evidencias científicas que demuestran qué elementos sí contribuyen a potenciar ese éxito y cuales no. Cuando entras en un aula, lo ideal es que todo lo que ocurra en ella tenga un aval científico, y que, por tanto, todos los niños y las niñas se están beneficiando de la mejor educación posible. Si entramos a un hospital, queremos justo lo mismo: que no experimenten con nosotros y que nos apliquen aquello que se sabe que nos ayudará a sanar de la mejor forma posible. Esto es especialmente importante que lo garanticemos en los contextos más vulnerables, como con los estudiantes de minorías étnicas o con quienes se encuentren en riesgo de exclusión. Al fin y al cabo, todas las personas deseamos lo mejor para nuestros niños y niñas, también las familias que parten de situaciones más desfavorecidas. Avanzar en el conocimiento científico en educación es una forma de contribuir al sueño de que todos los niños y niñas, independientemente de su origen o situación, puedan alcanzar el éxito educativo que les permita llegar tan alto como deseen. En mi caso, viniendo de una familia muy humilde, un contexto de máxima excelencia científica y humana ha hecho posible que logre hacer un doctorado y obtener la máxima calificación. Por tanto, lo menos que puedo hacer es trabajar para que haya cada vez más contextos dialógicos, igualitarios y excelentes.

¿Cuáles son las principales conclusiones de tus investigaciones?

La tesis se enmarca en una línea de investigación consolidada a nivel internacional, que estudia el impacto de los entornos interactivos de aprendizaje y la promoción e inclusión de los grupos vulnerables. Las conclusiones de la tesis vienen a confirmar, por un lado, que en los contextos culturalmente diversos es posible tener una convivencia sobresaliente cuando éstos se basan en evidencias científicas. Esto es, cuando las aulas de educación infantil se organizan en espacios que aseguran interacciones igualitarias y de calidad entre los niños y las niñas, éstos se ayudan y se apoyan de forma continuada, favoreciendo un clima de aula positivo. Por otro lado, identificamos las características de las interacciones entre la escuela y las familias más vulnerables que facilitan una participación efectiva de éstas, y que por tanto contribuyen a un clima escolar positivo. Aportamos evidencias de que el diálogo igualitario, las relaciones basadas en la confianza y tener el objetivo compartido de ofrecer la mejor educación posible para todos y todas son tres pilares en las interacciones entre la escuela y las familias gitanas y migrantes. Estos resultados están publicados en acceso abierto en revistas científicas de impacto como European Early Childhood Education Research Journal, o Early Childhood Education Journal, o Social Sciences y están contribuyendo al debate internacional sobre convivencia escolar en contextos multiculturales desde los primeros años. En especial, reforzando la idea de que es posible crear y mantener un espacio educativo libre de conflictos incluso en los contextos más desfavorecidos.

¿Qué recomendación darías a las y los Alumni de la Universidad de Deusto a la hora de afrontar la inclusión – en todo su espectro – y el respeto a la diversidad?

Una clave que da mucha seguridad a la hora de abordar temas como la inclusión y la diversidad es basar sus prácticas en evidencias científicas con impacto social. Esto es, transferir aquello que la comunidad científica internacional ya ha demostrado que funciona a los contextos en los que estén implicados. En un plano más personal, les diría que con el peso de los prejuicios no se puede llegar muy lejos, y que la inclusión requiere acercarnos y conocer a las personas, implica entablar diálogos desde el respeto y la igualdad. Así es como se camina hacia horizontes nunca antes soñados, y además, se disfruta más del paisaje.

Para terminar, agradeciéndote por esta entrevista, ¿podrías contarnos qué recuerdos guardas de los años pasados en la Universidad de Deusto realizando tu doctorado?

Recuerdo sentir que entraba en un palacio la primera vez que vine a conocer a la Dra. Rocío García Carrión (actual Secretaria General de la World Education Research Association). He tenido la gran suerte de que haya dirigido mi tesis, junto con la Dra. Lourdes Villardón Gallego. Recuerdo que quedamos para hablar sobre posibles líneas de investigación e iniciar la aventura del doctorado. El sentimiento de acompañamiento, la dedicación, el compromiso por una investigación honesta, de máximo impacto científico y social me acompaña desde el primer día que tuvimos aquella conversación en su despacho del DAR 1 bis. Recuerdo mucho ese momento, febrero-marzo de 2017, como un punto de inflexión en mi vida. Cada vez que hago repaso de esta andadura me convenzo más de que han sido los mejores años de mi vida (¡lo siguen siendo!). Tengo muy grabada en la memoria la mirada profundamente transformadora de unión, de acción solidaria y comprometida con mejorar la vida de las personas, tan coherente con la esencia de la Universidad de Deusto y su lema “transforming our world together”.

Recuerdo mucho las palabras de don Javier Lopez Aríztegui, cuando en la jornada de bienvenida, en enero de 2018, compartía el sentido de ser más amables precisamente con quien más lo necesita. Esta esencia también la he sentido en la forma de trabajar de personas de administración como Izaskun Urien, Garbiñe Zurikaldai o Inge Zabaleta de DEIKER. Pienso que todas estas señas están impresas en la identidad de la Universidad de Deusto, y que las podemos ver al recorrer sus pasillos. Abrir la puerta y notar cómo te envuelve y te acompaña ese sentido profundamente solidario es fácil aquí. Me encanta tener este sentimiento cada vez que entro en la Universidad, y me encantará conservarlo en el futuro.