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Reconocimiento a una ‘Trayectoria Profesional’

La CRUE-TIC (conferencia de rectores de universidades españolas – sectorial TIC) que agrupa a todos los directores y vicerrectores responsables del área TIC del Sistema Universitario Español, ha otorgado al alumni Iñaki Fuertes (Ing. Informática 87) el premio CRUE-TIC 2017 a la trayectoria profesional.

Iñaki Fuertes, licenciado en Ingeniería Informática en 1987, tiene una dilatada carrera profesional en el ámbito de la informática, tanto en el sector privado como en el público. Actualmente es el Director del Servicio Informático de la Universidad de Deusto desde el año 2003.

El premio “Trayectoria Profesional TIC”, de periodicidad anual, reconoce la trayectoria profesional en el apoyo al ámbito de las Tecnologías de la Información y las Comunicaciones.

La entidad que otorga este premio, la CRUE-TIC, es la Comisión Sectorial de Tecnologías de la Información y las Comunicaciones de la CRUE Universidades Españolas y se gesta a finales del año 2003 con el nacimiento de un grupo de trabajo en el seno de la CRUE preocupado y sensibilizado sobre el papel que estas tecnologías estaban ya desempeñando en las universidades españolas. Entre sus objetivos, están estudiar las necesidades y aplicaciones de estas tecnologías en la gestión, la docencia y la investigación, y fomentar, promover y liderar la cooperación entre las universidades.

Conversamos con Iñaki sobre el presente y futuro de la universidad conectada al mundo.

¿Cómo ves la evolución de las TICs en la universidad española?

Cabe destacar que se ha conseguido consolidar al amparo de CRUE un grupo sectorial TIC de contacto sólido y bien organizado, creando una agenda de trabajo para compartir entre todos, avances y experiencias sin distinción de pertenecer a una u otra universidad. Se trata de un grupo de profesionales con mentalidad abierta, dispuesto a la innovación y vigilante sobre las nuevas tecnologías emergentes.

Una muestra del potencial del grupo sectorial queda reflejada en la reciente apuesta colaborativa de construir soluciones tecnológicas horizontales a todas las universidades como es el caso de la App CRUE-TIC para la comunidad universitaria y la gestión semantizada de la investigación, novedoso y ambicioso proyecto denominado Hércules https://tic.crue.org/hercules, en el que participan más de 25 universidades.

¿Realmente las TICs mejoran el aprendizaje del alumnado?

Me gusta más la palabra ‘contribuir’, entendiendo las TICs como una herramienta que contribuye en el proceso de aprendizaje. Las TICs facilitan nuestras vidas, y para los estudiantes las TICs dan acceso a ingentes cantidades de información especializada. Mi mayor preocupación es poner los medios para optimizar y conseguir un uso correcto de la tecnología en la Universidad. Se puede llegar a invertir mucho más tiempo del necesario si no se conocen bien las posibilidades de cualquier recurso TIC.

¿Qué retos nos esperan, cuál es la tendencia TIC?

En la investigación deben aparecer formas de innovar aprovechando los avances de los servicios de computación y laboratorios virtualizados en la nube. También sería importante dar mayor visibilidad y hacer más accesibles los proyectos y resultados de las acciones de investigación en las que trabajan las universidades. Debe consolidarse un sistema de conocimiento al que tengan acceso los equipos de investigación de las universidades, las administraciones públicas que financian los proyectos y las empresas interesadas en poner en valor los resultados. Un triángulo necesario.

En la docencia se abre un mundo apasionante. La docencia presencial debería reservarse para aquello que, por el hecho de ‘estar presente’, aporte valor añadido al estudiante. Los laboratorios también pueden ser hoy en día remotos siendo posible acceder a equipos altamente especializados sin moverse de casa o de las aulas de docencia. La tecnología continuará siendo una herramienta facilitadora en el proceso de aprendizaje: la realidad aumentada, la realidad virtual, la inteligencia artificial… son una realidad, y ya forman parte de los procesos de aprendizaje. Estas tecnologías acabarán condicionando los futuros modelos de enseñanza a todos los niveles.
Cada vez falta menos para pasar a formatos de aprendizaje mixtos, una parte presencial y otra fundamentalmente remota, con planes de estudios ‘a la carta’ orientados a satisfacer las necesidades de las empresas, administraciones y estudiantes del mundo actual.

En resumen, la tecnología es un excelente complemento para el proceso de enseñanza aprendizaje y se debe adaptar a las necesidades de los nuevos escenarios y modelos de educación. La tecnología por el momento, debe ser un medio y no un fin en sí mismo.