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Alberto Iñurrategui. Más allá de la montaña

El 15 de noviembre tuvo lugar en la Universidad de Deusto la Master Class: “La Montaña, vínculo solidario” donde se aunaron alpinismo y solidaridad, en la que participaron el famoso montañero y escalador Alberto Iñurrategui y el sherpa pakistaní asentado en Euskadi Isaac Ahon.

Durante la presentación, el Dr. Fernando Asenjo (Pedagogía, prom. 95), Director del Servicio de Deportes de la Universidad, explicó al Auditorio la misión de Baltistan Fundazioa, al igual que resaltó las figuras de los dos ponentes destacando de Alberto Iñurrategui los 14 ochomiles cuyas cumbres ha conquistado y su faceta humanista, mientras que de Ahon explicó sus humildes orígenes y duras vivencias como sherpa hasta asentarse en Euskadi.

La Fundación que surgió de la montaña

Como explicó Alberto Iñurrategui, Baltistan Fundazioa nació “ligada a la montaña” como consecuencia de las relaciones con los porteadores en las expediciones, ya que la ruta a los diferentes picos es casi siempre la misma, lo que permite encontrarse con “la misma gente” (porteadores, guías, chóferes…) creando así vínculos de amistad. Se creó alrededor del año 2000 con la intención de capacitar a la población del valle de Hushé para que sus habitantes pudieran desarrollar una vida digna. Este valle compuesto por ocho pueblos se sitúa al norte de Pakistán y se encuentra rodeado de montañas y glaciares.

Además de un terreno duro, Iñurrategui explicó que la meteorología en el valle de Hushé es extrema, por lo que el trabajo de montaña es casi su único medio para conseguir ingresos en la zona. Por si todo esto fuera poco, el Baltistan es una zona militarizada lo cual no permite alentar el turismo, ni convencional ni de montaña, algo que se extiende al resto del país, aunque Pakistán cuente con lugares de gran interés, especialmente para el turismo de trekking, ya que se concentran diez de los picos más altos del mundo.

En el año 97, junto con los porteadores con los que habían entablado una relación de amistad, crean una escuela de montaña en el pueblo de Machulu, con el fin de enseñar a la gente de la región cómo hacer el trabajo de montaña, dotándolos de conocimientos técnicos, pero como explicó Iñurrategui “con muy pocos recursos y menos conocimientos”. A raíz de un rescate que tuvieron que hacer Alberto Iñurrategui y otros montañeros, la Diputación de Gipuzkoa les concedió un premio a la deportividad, ocasión que sirvió como disculpa para hacer una donación a la escuela de montaña de Machulu y pensar en configurar una organización para poder ayudar a los habitantes de la zona, además de con la escuela, con otras necesidades que pudieran tener.

Desde la Fundación entienden que el desarrollo de cualquier comunidad pasa por la educación y la equidad, por eso uno de los pilares fundamentales de la misma es el proyecto de educación y las mujeres. Gracias a su labor, desde 2006 la tasa de abandono escolar ha bajado de un 50% a un 18% en el año 2016, además del éxito de la incorporación de la mujer al sistema escolar, gracias a la financiación de la matriculación de las niñas desde la Fundación, lo que supone un coste de unos 50€ por niña al año, gracias a ello, a día de hoy, más de la mitad de los estudiantes del sistema escolar en el valle son niñas.

En este aspecto cabe destacar la postura de Ahon. Miembro de una familia de 8 hermanos, cuando Isaac perdió a sus padres decidió hacerse responsable de sus 4 hermanos pequeños (2 chicos y 2 chicas). En un país en el que ya es difícil de por sí permitir una educación a los hijos, Isaac hizo frente a otro estereotipo al escolarizar no sólo a sus hermanos varones, sino también a sus hermanas. Según sus palabras “mis vecinos me preguntaban por qué gastaba el dinero en escolarizar a mis hermanas si van a ser madres y estarán en casa. Sí,mis hermanas serán madres pero quiero darles una educación para que así ellas eduquen a sus niños”. Toda una lección de equidad y visión de futuro en un país marcado por la desigualdad.

Gente muy humilde

Durante la masterclass, Alberto Iñurrategui mostró una serie de fotografías en las que, no sólo se exponía lo duro del entorno que conforma el valle de Hushé, sino también las condiciones en las que los habitantes viven y trabajan en la montaña. El escalador destacó que los habitantes del Baltistan son “gente estupenda, muy honesta y muy hospitalaria”.

Sobre el trabajo de los porteadores que les han ido acompañando en las distintas expediciones, Alberto Iñurrategui mencionó de los sherpa que “se arreglan con muy poquito: les basta para pasar la noche a 5.000 metros un muro de piedras con un toldo de plástico para protegerse de la posible nieve y del viento”.

Sobre esta labor se pronunció también Isaac Ahon, nativo del valle del Baltistan que comenzó como porteador en el año 2000. De aquella primera experiencia, recuerda que no tenía material. Compró unas cuerdas y con ellas ataba los 32kg apróximadamente que tuvo que cargar durante 22 días. Él, al igual que sus compañeros, no disponía de equipamiento para montaña y explicó cómo ascendían con el único calzado del que disponían, unas zapatillas de deporte viejas, y que a la hora de descender, los compañeros con más experiencia le aconsejaban que se pusieran los calcetines por encima del calzado para que no se resbalaran tanto, algo de lo que muchos de los porteadores carecían.

Si bien las condiciones eran muy duras, Ahon recuerda cómo en 22 días de trabajo ganó más dinero que en 4-5 meses en otros empleos lejos de su pueblo, por lo que decidió seguir con esta labor, que le permitía estar cerca de los suyos y ganar dinero para contribuir a la economía familiar.

Esta jornada enmarcada dentro de un ciclo de clases magistrales orientadas a estudiantes de CAFyD y personas relacionadas con el mundo del deporte y la actividad física, ha servido para acercar la realidad de una población cuya existencia mucha gente desconocía y para dar a conocer la labor de una Fundación que nació a partir de la práctica del montañismo. Para finalizar, Alberto Iñurrategui animó a los presentes a tomar parte en las acciones de la organización y afirmó que este tipo de expediciones “son viajes únicos”.