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Informática: 25º aniversario de cuatro promociones

Los próximos 5 de mayo y 2 de junio la Facultad de Ingeniería celebrará el 25º aniversario de cuatro promociones de personas tituladas en informática por la Universidad de Deusto. Quienes se graduaron en los años 95, 96 y 97 se vieron privadas de esta celebración a causa de la COVID-19. Junto con quienes terminaron en 1998, por fin podrán encontrarse cara a cara, recordar viejos tiempos, celebrar el reencuentro, compartir experiencias y, por qué no, establecer y mantener relaciones profesionales con otras personas que puedan ser útiles en el futuro para lograr objetivos laborales o empresariales. Esto es, consolidar su networking.

Con una participación estimada de cuatrocientas personas que se distribuirán entre los dos días mencionados, quienes hace un cuarto de siglo decidieron embarcarse en unos estudios que, una vez acabados, llevaban a comenzar una carrera profesional muchas veces en el mundo de la consultoría y, sobre todo, en Madrid, ahora, gracias a su dedicación, esfuerzo y perseverancia, han contribuido a que el amplio campo de las TIC, en todas sus áreas, se haya convertido en uno de los más prósperos y prometedores.

Presentamos a continuación el testimonio de algunas personas que participarán en estos encuentros conmemorativos. Por parte de la organización, Rebeca Cortázar. Por parte de las y los asistentes, Junkal Aulestiarte, Asier Azaceta, Virginia Carretié y Juan Manso.

¡Gracias por participar en este número de Deusto Alumni Time!

Rebeca, como profesora de la Facultad y organizadora de los encuentros, ¿qué programa habéis diseñado para estas y estos Alumni?

Nos reuniremos en el Paraninfo de la universidad, y seguro que les trae buenos recuerdos a nuestros Alumni, puesto que muchos de ellos asistieron a sus actos de investidura cuando acabaron sus estudios. Después de la bienvenida del decano, Asier Perallos, tendremos una breve presentación con recuerdos del pasado y el presente. También haremos un recorrido por algunos lugares significativos de la universidad y un paseo por los espacios de la facultad, el edificio ESIDE. Habrá una gran foto de cada promoción en el Paraninfo y terminaremos el evento con un coctel en el claustro. Habrá tiempo para anécdotas y fotos.

¿Con qué facultad y universidad se encontrarán veinticinco años después de haber finalizado sus estudios de informática?

Esa creo que va a ser la gran sorpresa. Por una parte, creo que hay zonas y espacios en la universidad que no han cambiado mucho aparentemente (el Paraninfo o la Capilla Gótica); otras han ido evolucionando a lo largo del tiempo (como los claustros), pero hay otras que han cambiado sustancialmente (la Plaza de la Memoria, o el edificio Xabier). Con respecto a nuestra facultad, creo que descubrirán lo amplia que es nuestra oferta de grados y posgrados, así como la diversidad de laboratorios que tenemos. Cuando estos Alumni acabaron sus estudios de Licenciatura e Ingeniero en Informática, en la facultad estábamos empezando a implantar las nuevas ingenierías técnicas. Hoy en día tenemos estudios que abarcan desde la Ciencia de Datos y la Inteligencia Artificial, hasta la Ingeniería Biomédica, pasando por la Ingeniería Robótica, además de las ingenierías más convencionales.

¿Cómo han cambiado las tecnologías desde que te graduaste hace 25 años y cómo ha afectado esto a tu carrera profesional?

Junkal: Si pienso solamente en mi día a día, cuando me incorporé al mundo laboral tenía mi mesa en un edificio con un ordenador de sobremesa, conectado a la red corporativa mediante un cable y un teléfono fijo. La única herramienta digital que teníamos era una cuenta de correo electrónico. El intercambio de información se realizaba en grandes servidores o con CD. La forma de relacionarnos con los jefes y compañeros era exclusivamente presencial.

Hoy en día teletrabajo 3 días por semana, tengo un portátil, pero dispongo en el móvil de una buena parte de las herramientas necesarias para realizar mi trabajo. Almacenamos la información en la nube y dentro de mi empresa compartimos conocimiento, experiencias y logros en nuestra propia red social corporativa. Sólo nos juntamos todos los compañeros y jefes que se encuentran en otros países una vez al año.

Asier: Sin existir realmente una ruptura, creo que llamaría al cambio que ha habido una “evolución radical”; ha llovido mucho desde entonces, era la época de Windows 95, Java, y Netscape, toda una revolución. Pero ahora estamos asistiendo a una mayor si cabe, con la nube híbrida y la inteligencia artificial, con todas las derivadas que ambas conllevan, y la que nos viene con la computación cuántica.

La informática es un campo siempre cambiante, no para, no espera, y tienes que mantenerte al corriente, formándote, investigando e innovando; para mí es una de sus grandes ventajas frente a otras profesiones, pero requiere un esfuerzo constante.

No sé si esta es la razón de cómo ha sido mi carrera, o eso es cosa mía, no sé si fue antes el huevo o la gallina. He tenido una trayectoria profesional muy cambiante, a la vez exigente y satisfactoria. Cuando miro atrás me da un poco de vértigo, pero cuando miro hacia delante, sigo viendo nuevos campos y retos en los que me apetece sumergirme.

Virginia: Nuestro sector es un universo en continua evolución. Desde nuestra época de estudiantes, que aprendimos cobol y nos conectábamos a Internet con un modem, a estos últimos años, en un entorno hiperconectado y digitalizado, todo ha cambiado. Quizás lo más relevante es cómo ha impactado esta evolución tecnológica en la economía, los modelos de negocio y la sociedad en general. Ha sido un cambio increíble. Esto te obliga a estar todo el rato aprendiendo, investigando, descubriendo. Es algo muy positivo, un reto constante, que para los que nos hemos decantado por una carrera tecnológica y tenemos un carácter inquieto y curioso, como yo creo que somos la mayoría de nosotros, hace que nuestro trabajo sea muy motivador.

Juan: Ahora la tecnología y los datos rodean masivamente nuestra vida diaria. Cualquier actividad, da igual si es empresarial o lúdica, utiliza hoy computación, conectividad, aplicaciones, datos…. En nuestros inicios era menos asequible: no todo se podía automatizar porque el coste era muy elevado. También era más artesanal y menos profesionalizado. Antes era todo construir a medida; ahora es más conocer, buscar, elegir, reutilizar, interconectar, reaprovechar…hay soluciones para todo. Lo que no ha cambiado es que la informática sigue siendo un medio, y no un fin; el valor sigue estando en el caso de uso y en el criterio.
¿Afectar? Nuestro mundo requiere reciclaje continuo, mucha flexibilidad y asumir el cambio permanente…pero esto es aplicable a cualquier profesión, no solo a la nuestra. Y a la vida.

¿Qué habilidades adquiridas durante tu formación en informática te han sido más útiles a lo largo de tu carrera profesional habida cuenta de los profundos cambios experimentados en este sector?

Junkal: Inicialmente lo que más me sirvió fueron los conocimientos de programación, redes y gestión de proyectos que adquirí durante la carrera, pero a lo largo de la vida laboral, en mi caso relacionada con el mundo de la telefonía móvil, he tenido que adaptar a los diversos cambios de tecnología 2G, 3G, 4G, y ahora estoy a tope con el 5G por lo que considero que las habilidades adquiridas durante la universidad que me han sido más útiles son: la capacidad de aprendizaje, la resiliencia, gestión de la frustración y el trabajo en equipo.

Asier: No tengo dudas, la capacidad de aprender nuevas cosas, sin miedo, sin dilación, con método.

Siempre he sido autodidacta, pero los fundamentos adquiridos durante la carrera universitaria han sido fundamentales en mi trayectoria. La variedad de campos estudiados, la exigencia, y la capacidad de abstracción son pilares con los que salí de la universidad y que me han acompañado desde entonces.

A menudo veo gente que quiere “aprender a programar”, y que les parece magia; sin querer quitarle la ilusión a nadie, no tiene nada de mágico, tiene mucho de trabajo, pero para mí, aprender a programar no es “saber informática”, solo es una herramienta, con la que puedes crear cosas fantásticas y otras… no tanto. La informática es mucho más que programar, y una carrera universitaria debe darte esa perspectiva, a mí me la dio. Esta es una profesión en la que caben muchos perfiles, pero se nota quién trae una formación sólida en el campo.

Virginia: Muchas. Tuvimos una gran formación y un entorno de aprendizaje abierto e innovador, que nos permitió estar muy bien preparados para posteriormente desarrollar una carrera profesional.

Destacaría:

  • La creatividad: Muchas de las asignaturas requerían capacidad de abstracción, pensar de forma diferente. Hoy en día esto es fundamental en nuestro sector.
  • Pensar en grande: A mí, personalmente, se me abrió un mundo nuevo. Todo lo que aprendíamos era tan innovador, con tanto potencial. Era el futuro y estábamos preparándonos para formar parte de él. Ser capaz de pensar en grande me ha permitido embarcarme en grandes proyectos y grandes retos.
  • Colaboración: Recuerdo con mucho cariño los equipos para los proyectos, los grupos de estudios. Cómo cada uno, con visiones diferentes, trabajábamos juntos y aprendíamos los unos de los otros. Así es el entorno laboral en el que me encuentro, con equipos multidisciplinares y ecosistemas de colaboración con otras empresas y centros de investigación.

Juan: La capacidad y orientación para analizar y buscar solución a cualquier tipo de problema, aunque no sea de tu ámbito. Y a ver estos problemas como retos entretenidos, y no como frustraciones. Es algo que comparte con otras ingenierías más clásicas.
También destacaría la visión analítica y una buena capacidad para estructurar información. Pero, sobre todo: visión crítica y sentido común. Son actitudes que forjas en Deusto, y que te acompañan en tu día a día.

¿Qué esperas de este encuentro conmemorativo?

Junkal: Ciertamente me hace mucha ilusión encontrarme con los compañeros después de tantos años. Me encanta la idea de poder echar la vista atrás para reconocernos entonces, ver dónde estamos ahora y echarle un poco de imaginación sobre hacia dónde vamos. ¿Quizá el siguiente encuentro lo hagamos en el metaverso?

Espero que muchos compañeros se animen y acudan a este encuentro.

Asier: No lo he pensado mucho, la verdad. Supongo que reencontrarme con antiguos compañeros y compañeras.

Con la mayoría he perdido el contacto, así que me apetece saber por dónde anda cada uno, qué trayectorias han tenido. Cuanta más gente conozco, cuanto más escucho sus experiencias vitales, más aprendo que existe un mundo, o mejor, muchos mundos, completamente distintos al que yo he vivido, que me producen mucha curiosidad y cierta envidia sana. Mi vida ha cambiado muchas veces estos años, pero no descarto seguir algunos ejemplos.

Virginia: Sobre todo, espero reencontrarme con mis antiguos compañeros. A muchos de ellos les he perdido la pista. A otros, por fortuna, me los he ido encontrando a lo largo de los años en ni entorno profesional y siempre me ha hecho mucha ilusión volver a coincidir.

Lo mismo con los profesores. Guardo un gran recuerdo de muchos de ellos. Me aportaron muchísimo, no solo en conocimientos, también en motivación y forma de pensar.

También tengo mucha curiosidad por saber cómo ha cambiado la universidad, cómo se ha ido adaptando el plan de estudios a los nuevos retos en el ámbito de las TICs y cómo se aborda el aprendizaje, que, por lo que estoy viendo en las nuevas generaciones que se incorporan al mercado laboral, tiene un carácter eminentemente práctico y muy enfocado a las necesidades de las empresas de las que formarán parte. En definitiva, como ha cambiado la “uni” desde que estuvimos nosotros.

Juan: La oportunidad de ver a mucha gente. Compañeros y profesores, que hace muchos años que no veo. Volver a ver las clases, y volver a vivir un poco la Universidad. Mi hija mayor ha empezado a estudiar en Deusto este año, y alguna vez que le acompaño, al llegar al campus, me sale una sonrisa.

Espero reconectar con una etapa de nuestra vida que fue muy divertida. Y por supuesto quiero volver a casa con muchas historias, muchas anécdotas y batallas, algunos teléfonos que no tengo… Y seguro que con alguna sorpresa divertida. ¡Rebeca, confiamos en ti!

¿Qué recuerdos guardas de tu paso como estudiante por las aulas de la Universidad de Deusto?

Junkal: Cierro los ojos y me acuerdo de las aulas con las enormes pizarras con tiza y borradores, las mesas corridas (sin ningún enchufe), el olor a tabaco. El centro de cálculo con los ordenadores con la pantalla negra y las letras en verde, al final de la carrera ya tenían el Windows.
Recuerdo los nervios de los exámenes, hay asignaturas con las que he soñado durante años después de salir de la carrera.

Pero de lo que más me acuerdo es de todas las empolladas que nos hemos pegado con los compañeros en la biblioteca donde hemos compartido mil horas. Nos divertimos tanto que había gente de otras carreras que nos decían que se iban a cambiar a informática.
Fue fantástico. ¡Gracias, compañeros!

Asier: Esta es una pregunta peligrosa. Voy a tener que filtrar la respuesta 😉

Guardo un gran recuerdo de mi paso por las aulas como estudiante. Por supuesto que hubo claros y sombras, pero el cómputo general es muy bueno. Tuve algunos grandes profesores, que no solo me formaron, sino que también me inspiraron. Todavía tienen un hueco en mi memoria y los recuerdo con cariño.

Me resulta difícil aislar mi experiencia en las aulas de las otras veces que he vuelto a la Universidad. He vuelto como profesor, como miembro de DeustoTech, y hasta como emprendedor con la Universidad como socia. Siempre he encontrado proyectos interesantes, gente que me ha apoyado e incluso ha creído en mí. Yo no me suelo referir a la Universidad de Deusto como “la Casa”, pero la verdad, es que allí me siento como en casa.

Virginia: ¡Hay tantos! Recuerdo aquellos años con muchísimo cariño. Los compañeros, muy cracks y muchos de ellos muy frikis (:-P), muy divertidos y buenos compañeros. Los profesores, algunos de ellos muy especiales, y todos con muchísimo conocimiento. El centro de cálculo, el laboratorio de arquitectura, las prácticas, … Guardo un recuerdo especial de mi año de Erasmus. Tuve la suerte de poder ir a la Universidad de St. Andrews, en Escocia. Fue increíble. Es una universidad con mucha tradición, pero además muy puntera. Tiene una gran diversidad de estudiantes, de todo el mundo. Me permitió convivir y trabajar codo con codo con gente muy variopinta y muy interesante.

Juan: Las tardes infinitas con las prácticas, las fiestas en la feria de muestras y la plaza de toros, las visitas surrealistas a la tienda de electrónica, algunos profesores excepcionales, la champanada, las notas en los tablones con los DNI (hay compañeros de los que recuerdo su DNI…y no sé su teléfono), y la oportunidad de conocer a mi mujer, Ana, que era compañera de clase, y ahora de vida.