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Juan Carlos Matellanes Fariza

La ópera es un espectáculo tan completo y tan especial, que es prácticamente imposible que no te guste. Hay que librarse de viejos estereotipos como que hay que ir trajeado, ser un entendido o que es caro. A la ópera se puede ir en vaqueros, no hay que entender, sólo dejarse emocionar…

Seguramente habrá muchas similitudes entre tus actividades empresariales y la presidencia de una asociación como ABAO Bilbao Opera. ¿En qué momento y por qué das el salto al mundo de las bambalinas y la cultura?

Efectivamente la dirección de una empresa y una asociación cultural tiene muchos puntos en común. Aquí al igual que en cualquier empresa, la eficiencia, la sostenibilidad, el crecimiento y la generación de riqueza en el entorno, son claves.

No hablaría de “dar el salto”. Simplemente hay un momento en el que decido compatibilizar mis actividades profesionales y mis clases en la universidad, en la Comercial de Deusto, con una afición que conlleva un componente muy importante de voluntariado, ya que el trabajo que desarrollo en la Asociación es “ad honorem”.

Sueles hacer hincapié en que ABAO “es más que Ópera”, que es “un proyecto social y cultural”. ¿Podrías contarnos más detalles de esta faceta menos conocida de la asociación que presides?

ABAO promueve y gestiona un proyecto cultural abierto a todos, desde el ámbito privado, que contribuye a difundir con un enfoque social y didáctico el arte operístico, generando reconocimiento y riqueza para su entorno. Es un agente clave del desarrollo musical y cultural de Euskadi, mediante la promoción de actividades artísticas, didácticas y formativas.

Este proyecto está ampliamente reconocido a nivel nacional e internacional como un referente claro por la calidad de sus representaciones operísticas y por su aportación a la sociedad.

Además de la temporada de ópera, con cinco títulos y un concierto en el Euskalduna y cuatro óperas txiki en el Arriaga, ABAO programa un ciclo de cámara en la Filarmónica y dos ciclos de conferencias en DeustoForum y en el Museo de Bellas Artes, con ponentes de prestigio internacional. También desarrolla una ingente labor social, tal vez la faceta más desconocida de la asociación pero no por ello menos importante. El programa didáctico pilar de la institución y el más longevo del Estado, las sesiones escolares de la temporada Abao Txiki, el programa senior en colaboración con universidades y ayuntamientos, la línea joven de la asociación Gazteam, el programa “Ópera y +” en el hospital de Cruces, el proyecto Bizkaia Koopera a través de la Diputación Foral de Bizkaia, el impulso al movimiento Fair Saturday o las acciones de inclusión y colaboración social con distintas ONGs y organizaciones solidarias…

ABAO es desde luego mucho más que ópera. Es un amplio proyecto cultural del que toda la ciudadanía puede y debe sentirse orgullosa.

Las previsiones de público para esta temporada se aproximan, según tus palabras, a las 73.890 personas. Hay 47 funciones programadas y esto da una media de 1.572 personas por función. ¡No son cifras baladíes! Ahora bien, según su capacidad máxima, quedarían 528 butacas del Euskalduna disponibles para cada función. ¿Cómo las ocupamos? ¿Qué podríamos hacer para que se llenase el Euskalduna en cada función?

El programa artístico de ABAO incluye esta temporada 47 funciones, pero en los tres espacios escénicos que ocupamos: el Euskalduna, el Arriaga y la sala BBK. Estos espacios tienen diferentes aforos y niveles de ocupación. Así, la sala BBK tiene una ocupación casi completa, lo mismo que el Arriaga con las funciones de la temporada Abao Txiki. En el Euskalduna, las funciones de sábado y viernes tienen una ocupación por encima del 80% la mayoría de las óperas, y el porcentaje se reduce hasta el 75% de media en funciones de martes y lunes.

Llegar al 100% de ocupación en todas las funciones es un objetivo deseable pero difícil de alcanzar. Se llenarán algunas funciones de determinados títulos, pero colgar el cartel de “sold out” en todas las representaciones es algo que no se da en ningún teatro del mundo.

No obstante según la última encuesta de consumo cultural del Ministerio de Cultura publicada recientemente, el 95% de las personas que han ido a la ópera en el último año repiten porque su grado de satisfacción se sitúa entre 7 y 10 puntos. Es decir, que la ópera gusta, y ABAO tiene el objetivo estratégico de mejorar sus niveles de ocupación. Para ello se están desarrollando distintos programas y actividades promocionales, tanto a través de acuerdos con otras instituciones, como con los amigos del Museo Bellas Artes o con los estudios de ocio de la Universidad de Deusto por citar dos ejemplos cercanos, como a través de agencias de receptivo y promotores de viajes especializados, que mueven un turismo de alto nivel interesado en cultura de calidad.

En estos diecisiete años presidiendo la ABAO, ¿podrías compartir alguna anécdota simpática que aún recuerdes? Asimismo, ¿podrías contarnos cómo es por dentro ABAO?

ABAO es una de las instituciones culturales más longevas de Euskadi y en términos operísticos una de las principales a nivel estatal. Con 66 años de historia las anécdotas curiosas se podrían contar por cientos. Desde haber tenido que fletar un avión para traer un cantante en tiempo récord, hasta “levantar” de su butaca a un tenor que estaba viendo el espectáculo para que terminara la ópera por indisposición repentina del artista que estaba en el escenario, por citar alguna.

ABAO Bilbao Opera nació como una asociación de amigos de la ópera. Un círculo de personas de distintos ámbitos culturales y sociales a quienes les une un interés común por la protección y difusión de la ópera. En estos momentos este colectivo integra más de 4.000 socios.

En representación de estos socios, hay una junta directiva que es el órgano de gobierno, formada por personas que comparten su pasión por este género. Su dedicación, como he mencionado anteriormente, es totalmente altruista. El modelo de socios en lugar del tradicional de abonados implica, además de un compromiso con el proyecto, una participación directa en la vida societaria: aprueban las cuentas, eligen a la junta directiva, etc.

En cuanto al equipo de trabajo, ABAO Bilbao Opera es una organización muy profesionalizada, cuyo funcionamiento se asemeja al de una empresa. Hay dos grandes áreas, una artística cuya función principal es la programación de la temporada y otra que se ocupa del resto de los aspectos, económico, financiero, marketing y desarrollo de nuevas actividades.

Tiene una estructura mínima, con un modelo en el que aquellas actividades que no son corazón del negocio se subcontratan.

¿Qué aconsejarías a las y los Alumni de la Universidad de Deusto para acercarse a la ópera?

Se resume en una frase que es el slogan de nuestro programa joven Gazteam: “te gusta la ópera pero aún no lo sabes”.

La ópera es un espectáculo tan completo y tan especial, que es prácticamente imposible que no te guste. Hay que librarse de viejos estereotipos como que hay que ir trajeado, ser un entendido o que es caro. A la ópera se puede ir en vaqueros, no hay que entender, sólo dejarse emocionar, y un joven menor de 30 años puede ir a la mejor butaca en cualquier función por sólo 25€-30€ dependiendo de la edad, o por 56€ si tiene más de 30. Están los ensayos generales, las entradas de último minuto, los programas senior, las aulas de la experiencia… Acercarse a la ópera es solo una cuestión de ganas, no de precio. Y poder hacerlo y disfrutar en familia o con los amigos, un aliciente más.

Para terminar, además de darte las gracias por tu tiempo, ¿qué te gustaría compartir con nosotros de tus años como estudiante en Deusto?

La magnífica experiencia y el grato recuerdo de mis años en La Comercial de Deusto. Además de una excelente formación, se aprenden valores y una filosofía que se mantiene a lo largo de la vida e impregna todas nuestras actividades tanto personales como profesionales.