Skip to main content

Blanca Camarón entrevista a Pedro Luis Uriarte

El Concierto es un vínculo de estabilidad con el Estado que nos permite una correlación directa entre el esfuerzo fiscal y el gasto público

El Concierto Económico del País Vasco, que este año cumple 140 años, ha suscitado en los últimos meses no pocas controversias por entender que se trata de una relación privilegiada entre esta Comunidad Autónoma y el Estado. Nada más lejos de la realidad. La falta de información y la manipulación política de este acuerdo han devuelto a la actualidad un pacto que, por cierto, rechazaron el resto de las Comunidades Autónomas hace 40 años.

Este, más que nunca, es el momento de conocer qué supone el Concierto Económico. Y nadie mejor para hacerlo que quien fuera el principal artífice de la actualización contemporánea de este ancestral acuerdo: Pedro Luis Uriarte.

Han pasado 37 años desde que se plantó delante del ministro de Hacienda de la época para decirle que el País Vasco asumiría el riesgo de recaudar sus impuestos y pagar un cupo anual del 6,24% al Estado.

37 años en los que el País Vasco ha superado importantes crisis pero que gracias a su autonomía tributaria invierte un 40% más en materia social. Todo gracias al Concierto y al empeño de personas como Pedro Luis Uriarte que, a día de hoy, sigue contando allá donde le llamen – lleva 59 conferencias – porqué el Concierto Económico Vasco es solidario con el Estado y el fundamento del Bienestar Social de la población de Euskadi.

En ‘Alumni Time’ le hemos pedido que, en esta ocasión, se lo cuente a las nuevas generaciones, a quienes aún no habían nacido cuando se aprobó el Concierto de 1981. Lo hemos hecho poniéndole en diálogo con Blanca Camarón, estudiante del Master de Derecho de la Empresa.

Blanca Camarón (BC): Está claro que el Concierto Económico se asienta en el reconocimiento de un Derecho Histórico, cuando tras el franquismo os sentáis a negociar el concierto, ¿erais conscientes de la trascendencia que tendría para nosotros?

Pedro Luis Uriarte (PLU): El Concierto nace el 28 de febrero de 1878, dos años después de las guerras carlistas, 777 años después de que Juan I de Castilla aceptara los Fueros Vascos. Era un régimen provisional, para siete años. Cien años después, con la aprobación de la Constitución Española, entra en vigor la Ley Orgánica de las Comunidades Autónomas que ampara y respeta los derechos históricos del País Vasco y Navarra.

BC: Y pocos años después os sentáis en Madrid a negociar el actual Concierto.

PLU: En 1980 yo era un joven de 37 años que había estudiado Económicas y Derecho en la Universidad de Deusto y trabajaba como director de operaciones del Banco Bilbao. Me llamó el Lehendakari Garaikoetxea para decirme que necesitaba una persona para incorporarse al Gobierno Vasco recién constituido para negociar el Concierto Económico. Así que, sin más conocimiento que lo estudiado en tercero de Derecho, recién nombrado Consejero de Economía y Hacienda, sin nadie de plantilla, sin presupuesto, sin experiencia política, me senté frente al Ministro de Hacienda para decirle: “lo siento mucho pero lo que habéis negociado con el Consejo General Vasco (órgano preautonómico), no vale, tenemos que empezar de cero”.

BC: ¿No era muy arriesgado comprometerse a pagar al Estado independientemente de lo que se recaudara?

PLU: Sí, el momento era muy crítico a nivel económico. Cayó la economía vasca a plomo, el paro en la margen izquierda llegó a ser del 40%, estábamos en situación de pre-revolución social. El Ministro nos dijo que no nos enredáramos y que extendiéramos el concierto de Álava, aprobado en 1976. Pero en el Concierto de Álava postfranquista, el modelo de Cupo suponía que el Estado controlaba la Autonomía y nosotros queríamos establecer un modelo de Cupo más independiente. Por eso le propusimos pagar la parte que nos corresponde de los gastos del Estado que no se hayan transferido a la Comunidad Autónoma Vasca. Era un riesgo, porque recaudáramos o no, teníamos que pagar pero yo tenía confianza en Euskadi. Estábamos pasando por un momento crítico pero creía que podíamos remontar porque teníamos capacidad. Además, contra ese riesgo está también el beneficio, porque una mayor recaudación también suponía mejorar los servicios públicos a la ciudadanía. Aceptamos ese riesgo unilateral.

BC: ¿Cuándo el riesgo se convirtió en oportunidad y beneficio?

PLU: Pues mira, hasta 1995, 14 años después de haber firmado el Concierto, cuando el paro todavía era del 25%, solo superado por Andalucía y Extremadura. Pasamos unos años críticos pero la economía, finalmente, comenzó a arrancar y se crearon puestos de trabajo. En estos momentos vemos las ventajas de una fórmula de Concierto Económico radicalmente innovadora: nosotros recaudamos y pagamos el 6,24% de los gastos del Estado, según la ley de quinquenal del Cupo, aprobada recientemente.

BC: Respecto a esa aprobación, el pasado 28 de diciembre, ha habido mucha controversia ¿Mantener ese porcentaje nos va a perjudicar? ¿Qué les dirías a los que nos llaman insolidarios?

PLU: Lo primero, que la fórmula del Cupo no la aprueba Euskadi, es una fórmula pactada con el Estado, es un debate técnico basado en el presupuesto del Estado, que determina lo que valen las competencias del Estado.

Lo segundo, que representando el 4,66% de la población estatal, aportamos el 6,24%, por lo tanto verás que estás pagando un 33% más de lo que te correspondería por población. Además, es más de lo que pesa el PIB vasco sobre el Estatal. Por lo tanto, pagamos más de lo que nos corresponde por población y por PIB. ¿Eso es no ser solidario?

BC: A las personas jóvenes, como yo, que acaba de empezar a trabajar y a pagar impuestos ¿en qué sentido nos repercute este Concierto? ¿Quién se beneficia más, el que vive en Zaragoza o el que vive en Euskadi?

PLU: Depende. Yo pago más tributando en Bizkaia que en Madrid, pero lo hago por un acto de solidaridad. Además de por su valor histórico y de por ser la columna vertebral de la autonomía, el Concierto tiene un enorme valor porque supone inversión social. Este año ha recaudado 14.367 millones de euros. Después de pagar los 1.300 millones de euros del Cupo, el resto se invierte en el País Vasco.

El Concierto Económico es infraestructuras, es sanidad, es educación… En estos momentos, la inversión que se realiza en la CAV en la red pública educativa es de 7.994 euros por estudiante, un 74% más que lo que se dedica como media en las Comunidades Autónomas de Régimen Común; y es más del doble de lo que le dedica la Comunidad de Madrid.

Actualmente, Euskadi tiene la mejor sanidad pública de todo el Estado, con un 25% más de inversión. Tiene el nivel de protección más alto de todo el Estado español. Hay 60.053 personas que están cobrando la Renta de Garantía de Ingresos y por lo tanto protegidas por el Concierto Económico. Y otra referencia más: en esta época de crisis que ha durado diez años, las instituciones vascas, gracias al Concierto Económico, han aumentado el gasto social un 40%. El Concierto es gasto público en personas.

Un joven recibe, por lo tanto, gasto público. Y, por cierto, mucho más que los impuestos que paga y por lo tanto es de los beneficiados. Las personas más mayores son más perjudicadas porque pagan más impuestos de lo que pagaría en otras zonas y no consumen gasto público. Pero con ello estoy ayudando a ese colectivo inmenso de personas que están peor que ellas a tener una vida digna y a jóvenes que todavía no tributan.

PLU: ¿Te he convencido?

BC: Sí, ahora voy a pagar impuestos mucho más contenta.

PLU: Mira, a nadie le gusta pagar impuestos pero el que no paga impuestos en el País Vasco, le está quitando una cama de hospital, educación o protección social a un vecino. El que hace ese mismo acto incivil en Almería no se lo quita a su vecino, se lo puede estar quitando a uno de otra comunidad. La ventaja del Concierto Económico es que hay una correlación directa entre el esfuerzo fiscal y el gasto público. Eso es un elemento diferencial nuclear con respecto al régimen de financiación de las Comunidades Autónomas.

BC: ¿Por qué? ¿Cómo funciona en el resto del Estado?

PLU: Porque en el resto recauda el Estado. Ese dinero va al Tesoro Público que lo reparte de dos formas: se le devuelve a cada comunidad un tanto por ciento de lo recaudado en renta, sociedades…y el resto se reparte entre las Comunidades Autónomas. Por lo tanto, no hay correlación entre esfuerzo fiscal y gasto público. Las 15 comunidades autónomas donde vive el 94% de la población española están en una situación financiera crítica. El Estado les ha tenido que prestar la bonita cifra de 216.380 millones de euros para poder pagar la educación, la sanidad, las carreteras… Por el Concierto, nosotros no le debemos nada al Estado. Somos independientes financieramente.

BC: Está habiendo mucha polémica con estos déficits y algunas voces están solicitando un régimen parecido al Concierto para el resto de autonomías, ¿Sería posible?

PLU: No solo es posible sino que sería deseable. En 1980 al Conseller de Economía de Cataluña, Ramón Trías Farras, se le ofreció, en mi presencia, un Concierto Económico pero, por ese riesgo del que hemos hablado antes, lo rechazó. En el año 2000 los 15 consejeros de hacienda de las Comunidades Autónomas contestaron ‘no’ a una consulta sobre la conveniencia de extender la fórmula de Cupo a los territorios no forales. Era lógico porque en 1995, ese privilegio, ese ‘regalo’ del Estado a los vascos, como dicen algunos, era difícil de asumir con un 25% de paro.

Pero, llega la crisis económica, cae la recaudación a plomo. En Euskadi nos apretamos el cinturón porque tenemos un riesgo unilateral, mientras que el resto vive del Estado, que cierra el grifo, resultando una deuda que no van a poder pagar. Recientemente se ha sabido que en 2018, el Estado va a dar a las Comunidades de Régimen Común 105.000 millones de euros para pagar a médicos, maestros, carreteras… para desarrollar sus competencias.

BC: ¿Técnicamente es viable?

PLU: Desde un punto de vista técnico es posible extenderlo. Como se ha demostrado con Bizkaia y Gipuzkoa, la gente no deja de pagar impuestos ni huye despavorida.

BC:¿Y por qué no se hace?

PLU: Los problemas son fundamentalmente políticos. Hay partidos que no lo quieren por razones de control porque, con la deuda que tienen con la Hacienda española, les tienen cogidos por el cuello. Además, hay un aspecto constitucional, que reconoce y ampara el Concierto en el caso de territorios forales y estos son Álava, Bizkaia, Gipuzkoa y Navarra. Por lo tanto, para poder extenderlo hace falta realizar una reinterpretación de la Constitución.

BC: ¿El Concierto Económico es un arma arrojadiza en la política actual?

PLU: Todos esos ataques que hemos vivido durante la negociación del Cupo son un señuelo con un doble objetivo. A corto plazo, el objetivo político de toda la campaña contra el Cupo ha sido básicamente desplazar al Partido Popular, aprovechando que había elecciones en un territorio sin Concierto Económico y venía bien meterse en el tema de los privilegios de los vascos. De esa forma, se hincha un globo de color naranja que se pincha en las narices del presidente del gobierno, con la noble intención de ocupar su sitio. Legítimo desde el punto de vista político pero muy peligroso desde el punto de vista de visión de Estado. Porque jugar con las pasiones territoriales conduce a situaciones de consecuencias impredecibles y muy difíciles de resolver.

El objetivo a medio plazo es la reforma constitucional en la que confluyen los intereses de los del globo naranja, una parte del Partido Socialista, la que ha perdido las elecciones a la Secretaría General; y una parte del Partido Popular, situado en torno a cierta Fundación que dirige un personaje que, siendo Presidente de Gobierno, aprobó y pactó con las instituciones vascas que por primera vez en la historia el Concierto iba a tener vigencia indefinida.
¡Solo falta que ahora empecemos a desestabilizar el País Vasco para sacar algo más de dinero de un territorio histórico! Con respecto al Cupo, nos acusan de no pagar impuestos, de que el Concierto se consiguió por presión de ETA… ¿pero saben de qué hablan? ¡Si el Concierto, que es un vínculo de estabilidad con el Estado, es la antítesis de lo que quería ETA!.

BC: ¿Qué hubiera ocurrido si esta negociación tiene lugar en un momento diferente, sin que el Partido Popular necesite el apoyo del PNV para aprobar los presupuestos?

PLU: En la negociación de 1981 conseguí convencer al Estado de cuál era la fórmula que se iba a aplicar en el caso de que en las negociaciones de la Ley quinquenal no se llegara a un acuerdo: se prorrogaba la Ley de Cupo vigente.

Ahora, el que no quería negociar era el Estado porque en el periodo 2007-2011 ha habido desarrollos legislativos importantes, especialmente la Ley de Dependencia, que suponía un menor pago del Cupo. El Estado no se ha querido sentar a negociar en siete años. En mayo de 2017, se llegó a un acuerdo después de meses de negociación, y se cifró la reliquidación en 1.300 millones de euros que ha tenido que devolver.

BC: ¿volveremos ahora a la tranquilidad hasta la aprobación de la nueva Ley?

PLU: Mira Blanca, tú eres muy joven pero has de saber que en política hay dos principios: que es mudable por naturaleza y que hace extraños compañeros de cama. A corto plazo sí va a continuar la situación de conflicto porque el Estado no ha negociado con las Comunidades de Régimen Común la Ley quinquenal, mientras que, dicen, los vascos lo tenemos todo arreglado y no pagamos nada al Estado y todas esas milongas. Esto perdurará hasta que definan su modelo, que por cierto, es catastrófico y se aplica al 94% de la población estatal.

Luego llegará la hipotética reforma constitucional, un trámite muy complejo porque requiere acuerdo entre tres partidos, disolver las Cortes y someter a referéndum. Con el problema de mil demonios que tienen en Cataluña, ¿van a ser tan locos de provocar un problema similar en el País Vasco y Navarra quitándoles algo que tiene 140 años de vida? ¿Esa es la España del siglo XXI? o ¿deberían pensar en una Constitución inclusiva donde todo el mundo, por encima de sus apetencias territoriales, pudiera encontrar un acomodo?. Ese es un debate muy importante que está sobre la mesa.
El Concierto no tiene vigencia y no hay que negociar uno nuevo. Solo habrá que hacerlo cuando se produzca un cambio sustancial en el ordenamiento tributario español. El Concierto es un pacto entre dos poderes ejecutivos que el Parlamento Español solo puede aprobar o rechazar pero no modificar porque no le corresponde. El tratamiento es el mismo que un tratado internacional. Han pasado 18 leyes del Concierto por el Parlamento ¡No nos descubran ahora la pólvora diciendo que como el Parlamento no puede introducir enmiendas es opaco!

BC: ¿Son todas estas críticas un ataque al autogobierno?

PLU: Es un ataque al bienestar social de Euskadi. Si se acaba con el Concierto Económico, se atacaría a la educación pública, a la salud pública vasca, a las 60.053 personas que reciben la Renta de Garantía Básica… es por tanto, un daño directo y personal más que político. Por eso, a través de esta labor de difusión quiero también hacer llegar un mensaje a la ciudadanía española: por una cuestión de dinero no rompa el vínculo más sólido que une a la Comunidad Autónoma Vasca (en donde la Constitución de 1978 tuvo un apoyo del 30%), con el Estado.
El mensaje que lanzo es de respeto y sensatez. Respeto a lo que tenemos y viene de los Fueros, a lo que dice la Constitución, a las Leyes y a los Tribunales; y sensatez para que no se juegue con algo que beneficia a miles de personas.

BC: ¿Si el Gobierno Español hubiese aceptado el pacto fiscal de 2010 para Cataluña no se habría evitado llegar al 1 de octubre de 2017?

PLU: Seguro. En parte es el catalizador de todo lo que ha pasado. La sentencia del Tribunal Constitucional sobre el Estatuto afectó a temas sensibles como el de la lengua, pero el catalizador fue el mensaje ‘España nos roba’, en un momento de crisis en la que los servicios públicos se ven muy afectados, el balance fiscal no les sale positivo. Eso genera una alarma social que con el Concierto Económico no se ha producido, cuando Euskadi, es infinitamente más independentista que Cataluña. De hecho hay sectores del independentismo vasco en contra del Concierto Económico porque supone un vínculo con España y crea una situación de estabilidad que a ellos no les conviene.

Además creo que el Concierto Económico puede ser una estación intermedia para todos los planteamientos de independencia de la Unión Europea porque otorga capacidades políticamente muy independientes y, financieramente, prácticamente independientes.

Todos los países de la ONU tienen Concierto Económico. España tiene un Concierto Económico con la Unión Europea porque puede establecer, mantener y regular el régimen tributario y paga un cupo para el mantenimiento del presupuesto de la Unión Europea. Por lo tanto, el modelo de Cupo es exportable al 100%.

BC: ¿Es la sociedad vasca consciente de la importancia del Concierto Económico?

PLU: En 2013 más del 51% de la población vasca no tenía ni idea de lo que era el Concierto Económico. Algo intolerable. Por eso, por propia iniciativa y responsabilidad ciudadana he escrito varios libros sobre este asunto, por eso estoy en redes sociales, he dado 59 conferencias y tengo otras 22 cerradas. Y por eso he creado la Comunidad del Concierto, una plataforma cívica para asumir un triple compromiso: conocer, difundir y defender el Concierto en nuestro ámbito. Porque beneficia a cientos de miles de personas, sobre todo a los más jóvenes y a los más necesitados.

BC: ¿De quién es la culpa que no conozcamos lo suficiente?

PLU: Hay una responsabilidad claramente institucional, de nuestras instituciones que han visto este asunto como una cuestión político-institucional y, quizá por prudencia, no han querido entrar en procesos de confrontación pública con planteamiento de académicos, tertulianos, periodistas… Al final se crea una bola de nieve que se convierte en un alud.

BC: ¿No tendríamos que unirnos a Navarra en la defensa de los Conciertos?

PLU: El Concierto Económico vasco y el Convenio navarro son dos hermanos gemelos univitelinos que han estado separados por razones exclusivamente políticas. Por lo tanto, respetando la diferenciación, es obvio que si tenemos el mismo modelo y nos bombardean, debemos unirnos para hacer fuerza y apoyarnos mutuamente.

De hecho, vamos a hacer una asociación con personalidad jurídica que se llamará ‘Asociación del Concierto y del Convenio’, que podrá recibir recursos, no digo públicos sino donaciones. También queremos abrir un modelo de microfunding para aportaciones. Tenemos definidas 51 acciones para dar un fortísimo impulso a la Comunidad del Concierto porque la sociedad lo tiene que conocer y por razones defensivas. Presumiblemente, vienen tiempos malos y es importante que la sociedad vasca, que está desenganchada, desconectada, desmotivada, descomprometida, viviendo en su rica prosperidad, no ceda todo el protagonismo a las instituciones públicas y se dé cuenta de que esto no es un maná que llega del cielo, sino un derecho que hay que conocer y saber defender. Ese es el compromiso que he adquirido y que ofrezco a la sociedad.

BC: Pedro Luis, yo me considero una afortunada por tener la ocasión de haber hablado contigo pero, para acabar, ¿qué dirías a los jóvenes nacidos posteriormente a 1981 que no saben lo que es el Concierto Económico?

PLU: Que el Concierto Económico es un pacto del País Vasco con el Estado, que dura 140 años y que te garantiza a ti y a tu familia una mejor calidad de vida. La correlación entre impuestos y gasto público, y la autogestión y autorregulación nos permiten, junto al desarrollo de la economía, tener capacidades de actuación pública mayores que el resto de las Comunidades Autónomas de Régimen Común. Es un beneficio, un derecho y una sensibilidad que genera el arraigo a la historia y el tronco de tu impronta cultural.