Cuenta la historia que en algún momento de la década de 1830, probablemente entre 1834 y 1836 nació una comparsa de Carnaval que salía hacia las 5 de la mañana el día de San Sebastián a modo de Diana para anunciar la sokamuturra (toros ensogados) que se celebraba ese día. Tras finalizar su recorrido, la comparsa se unía al tamboril y entraban de forma conjunta, como en todos los días de gran fiesta, en la Plaza de la Constitución. Poco a poco el número de compañías participantes en la Tamborrada fue aumentando a lo largo del siglo XX, a medida que se desvinculaba paulatina y definitivamente de los carnavales. En 1976 eran ya 16 y en 2018 su número se eleva a 143.
Desde que hace tres años empezara a desfilar, 184 años después, pero un mismo 20 de enero, a las 8 de la mañana, la Tamborrada de la Universidad de Deusto se concentra en el campus de Donostia – San Sebastián. Es una compañía formada por diferentes miembros de la comunidad universitaria: alumni, estudiantes, profesores y empleados de diferentes servicios y amigos de la universidad; todos ellos conforman esta especial compañía. Esta variedad ha conseguido transmitir la ilusión y emoción de participar a personas de diferentes edades, ciudades y países, generando orgullo de pertenencia y representando a la Universidad de Deusto en un día tan importante, haciendo CRECER la compañía cada año.
Arranca el día con la izada de la bandera en el campus donostiarra por el Rector de la Universidad, José María Guibert, acompañado por tres cargos de la compañía desempeñados en este caso por mujeres: Carolina Kutz, de Deusto Alumni, Tambor Mayor; Anaïs Iglesias, Cabo de Barriles, y Onintza Zarzuelo, abanderada.
El recorrido de la Tamborrada por las calles del centro de la ciudad anima a despertar a los vecinos con su alegría y repertorio.
Pero si hay un momento especial y emotivo para todos los miembros de la Tamborrada, este es la visita a la Iglesia del Sagrado Corazón de Jesús, centro de reunión por excelencia de los jesuitas. En su interior, los y las miembros de la compañía, alrededor del altar, interpretan la marcha de San Sebastián y el himno de San Ignacio, mientras se hace ofrenda de un tambor a la imagen de San Ignacio. Gora gure Danborrada!