Me di cuenta de que necesitaba parar y simplificar mi vida para centrarme en lo que realmente me hacía feliz
Yanire Braña, CEO y fundadora de MET Community que surge como un programa de acompañamiento a mujeres emprendedoras en el que Yanire comenzó siendo mentora.
¿Qué supone a nivel personal ser la CEO y fundadora de MET, una red internacional de mujeres emprendedoras?
El hecho de ser la presidenta de MET implica una serie de obligaciones y responsabilidades tanto personales como profesionales, que están directamente relacionadas con el rol de embajadora de una red internacional de más de 3.500 profesionales y emprendedoras de todo el mundo. En mi opinión, para poder representar con humildad los valores de nuestra Organización, tienes que estar muy comprometido con la misión de MET de promover y apoyar el emprendimiento femenino sostenible, responsable e innovador.
Después de varios años liderando esta red, no sólo sigo muy comprometida con su misión, sino que soy muy consciente tanto de todos los logros alcanzados como del camino que nos queda por recorrer. Yo sé muy bien que la decisión de emprender un negocio no es nada fácil y, en ocasiones, esta decisión está asociada a renuncias de todo tipo. En mi caso, esta apuesta me llevó a tomar algunas decisiones difíciles que me ha compensado con creces, especialmente cuando escucho las historias de cambio de muchas mujeres a las que hemos ayudado.
La pasión y compromiso que siento hacia los valores de MET, se renueva cada año, y hace que trabaje muchas horas cada día para que las personas vinculadas a nuestra Comunidad, se sientan orgullosas de formar parte de ella.
Creo que en algún momento de nuestra vida, todos sentimos la necesidad de devolver a la Sociedad un poquito de todo lo que hemos recibido. A nivel personal siento una gran satisfacción y orgullo por nuestra labor, que incluye no solo a las 45 personas del equipo sino también a los 300 mentores, que cambian la vida de muchas emprendedoras de diferentes países del mundo. El hecho de trabajar en una Organización Internacional sin ánimo de lucro, integrada por personas de más de 15 nacionalidades y países, que cuentan con una gran formación y experiencia, es un gran reto que no sólo me permite aprender continuamente, sino que también me ayuda a superarme y tratar de ser mejor cada día.
MET significa Mujer, Emprendimiento y Tecnología. ¿Cuál es su principal objetivo?, ¿los mayores retos para el desempeño de vuestra labor?
Las siglas MET significan Mujer, Emprendimiento y Tecnología. Es una Red Internacional de emprendedoras y profesionales de distintos países y sectores, cuyo fin es promover y apoyar el emprendimiento femenino sostenible, responsable e innovador.
Muchos gobiernos y empresas de todo el mundo, ya se han dado cuenta que la incorporación de la mujer al mundo empresarial sigue siendo una asignatura pendiente, y es un reto que tiene un gran impacto en la economía de los países. Apoyar a las mujeres profesionales, empresarias y emprendedoras, con independencia de su edad, sector o nacionalidad, significa contribuir al desarrollo económico del país.
Sin embargo, a pesar de todos los esfuerzos realizados, todavía existe una gran brecha de género que muestra que existen pocas mujeres que emprenden y, menos, que lo hacen de forma exitosa y sostenible en el área de ciencias o TICs. En el caso de las mujeres españolas, existen también algunas barreras internas y externas que hacen aún más difícil su desarrollo profesional pleno dentro o fuera de una empresa.
Mi experiencia personal y la de muchas mujeres que he conocido, me confirma que el área de ciencias o TICs ofrece una excelente oportunidad de negocio y de desarrollo tanto para las niñas como para las mujeres que quieran iniciar o desarrollar un proyecto emprendedor. Por ese motivo, MET apuesta por promover el emprendimiento femenino en las áreas de ciencias y TICs, para que en un futuro no muy lejano, tengamos muchas más mujeres emprendedoras responsables, sostenibles e innovadoras.
¿Qué aporta al proyecto MET la ciudad de Washington en donde hay tanta diversidad cultural?
Una de cada cinco mujeres en EEUU es latina. En el último año, la tasa de mujeres hispanas emprendedoras, ha subido en un 137%. Sin embargo, las barreras culturales, de idioma, financieras y académicas hacen que los salarios de las mujeres latinas estén muy por debajo del resto de las mujeres emprendedoras.
Curiosamente, Washington DC es una de las ocho ciudades americanas con un mayor número de mujeres hispanas emprendedoras. Por ello, hemos creado un programa que se llama ‘Latina Connect’ para conectar a mujeres hispanas de Washington DC con otras mujeres emprendedoras de todo el mundo. Latina Connect, es un programa multicultural para el desarrollo económico de la mujer. Este programa está dirigido a mujeres hispanas, afrodescendientes y nativas americanas, y les ofrece servicios de formación, de mentoring y asesoría gratuitos que les ayuden a crecer en su negocio, conectándose con otros profesionales y emprendedoras de otros países.
Tres tips para una buena emprendedora
Si una mujer emprendedora considera que cuenta con las cualidades necesarias para emprender, yo le recomendaría que busque un modelo o nicho de negocio que le diferencie, que no deje de aprender con humildad, y que busque aquellos entornos que le motiven y le ayuden a desarrollarse en compañía.
Desde que finalizaste tus estudios en Deusto hasta llegar a Washington D.C., tu paso por el Banco Mundial,… Detrás de un gran proyecto, siempre hay una historia personal. ¿Cuál es la tuya?
Mi historia es la historia de muchas mujeres que se han arriesgado para lograr su sueño. Un sueño que es compartido por mi familia, mis amigos y las personas que más admiro. Un sueño que empezó hace muchos años cuando vi a mi madre sacarnos adelante a mí y a mis cinco hermanos.
Cuando terminé la carrera en la Universidad, decidí que era hora de salir de Bilbao y me fui primero a Bruselas y después a Madrid a trabajar. Después de 10 años trabajando en el sector privado, primero en la academia y consultoría y después en Banca, me surgió una nueva oportunidad y, sin pensarlo mucho, me mudé a Washington DC para trabajar en una entidad multilateral. Los primeros cuatro años en Washington DC, los pasé trabajando en el Banco Interamericano de Desarrollo y después me cambié al Banco Mundial, donde tuve la oportunidad de descubrir y conocer Latinoamérica, un lugar donde mi inquietud emprendedora se reavivó. Lo que muy poca gente sabia es que, para entonces, ya llevaba casi 10 años combinando trabajos bien remunerados con mi verdadera pasión y mi sueño de ayudar a mujeres emprendedoras.
Por ello, tras mi paso por el Banco Mundial y la consultora Booz Allen, decidí que era un buen momento para arriesgarme y dedicarme a lo que verdaderamente me gustaba. Sin embargo, la decisión de dejar un trabajo estable para emprender un nuevo proyecto personal no es algo fácil y, en mi caso, se vio reforzada por una situación personal.
En enero de 2011, mi padre falleció repentinamente con poco más de 60 años. En ese momento, mi vida dio un giro en muchos aspectos y es entonces cuando inicié un nuevo camino para poder reencontrar mi verdadero ser, mi vocación y mi pasión. Volví a estudiar y busqué el apoyo de mentores y personas que me pudieran asesorar y acompañar en esta nueva etapa que estaba empezando. Después de una dura etapa de reflexión, sin dejar nunca de trabajar, me di cuenta que necesitaba parar y simplificar mi vida para centrarme en lo que realmente me hacía feliz, en aquello por lo que llevaba tantos años trabajando y luchando. Y así, sin darme casi cuenta, llegó el día en el que tome la decisión de dedicarme plenamente a lo que me llenaba; ayudar a otras personas a que puedan lograr sus sueños. Llego el día de dedicarme 100% a la Fundacion MET Community.
¿Qué recuerdos tienes de tu paso por Deusto?
Deusto es justamente el lugar donde inicié mi trayectoria profesional, ya que ahí es donde me gradué y donde recientemente me casé. En ambos casos, los recuerdos que guardo de Deusto son maravillosos y espero que pueda seguir marcando hitos importantes de mi vida.
Me siento muy orgullosa de la Universidad de Deusto y allí donde voy, trato de “evangelizar” muchos de los valores que allí aprendí.
¿Qué consejos darías a las Alumni de Deusto que quieran “lanzarse a emprender”?
No me gusta mucho dar consejos a los demás porque pienso que cada uno de nosotros somos los arquitectos de nuestra propia vida. Creo que cada persona es única y todos tenemos algo que podemos aportar y que debemos explotar. Actualmente, tenemos muchas distracciones y, a veces, es difícil encontrar esos momentos para pensar y reflexionar. En mi caso, la combinación de conocimiento, preparación y experiencia me ha ayudado a dar pasos más sólidos. Si eres de las personas que piensan que “a caminar se aprende caminando”, no dejes pasar mucho tiempo para sacar adelante tu sueño, porque, al fin y al cabo, la vida son dos días.