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Grado en Medicina de la Universidad de Deusto

Nuria Ortiz Marqués

Decana de la Facultad de Ciencias de la Salud
Dra. Psicología Prom. 09

Cinco años después de su puesta en marcha, el Grado en Medicina de la Universidad de Deusto es ya una realidad sólida y reconocida. Lo que comenzó como un proyecto ambicioso se ha convertido en un grado plenamente integrado en la vida del campus y con una clara vocación de impacto social.

Hoy ya estamos acostumbrados a ver a los y las estudiantes de Medicina luciendo sus batas blancas en clínicas, y también promoviendo campañas de Prevención y Promoción de la Salud en distintos espacios universitarios.

Con la primera promoción a punto de graduarse, conversamos con Nuria Ortiz, decana de la Facultad de Ciencias de la Salud, sobre el camino recorrido, los logros y los retos futuros de una titulación que marca un antes y un después en nuestra Universidad.

Cinco años después, con la primera promoción a punto de graduarse, ¿qué balance haces de esta etapa? ¿En qué se parece este presente a lo que soñabais al poner en marcha el grado?

El balance que hacemos es positivo y gratificante. Hace cinco años emprendimos un camino que no era sencillo, pero sí que resultaba muy ilusionante, dar comienzo a un Grado en Medicina que respondiera a las necesidades de la sociedad actual, no solo desde la propia docencia académica, sino también desde el compromiso ético y transformador.

Queríamos formar médicos con una mirada integral, profesionales competentes, pero también personas con sensibilidad social, capaces de entender la medicina como una vocación al servicio de los demás. A día de hoy, al ver a la primera promoción a punto de graduarse, podemos decir que ese sueño empieza a tomar forma real. Lo vemos en la forma de pensar de nuestros estudiantes, de trabajar en equipo, de reflexionar críticamente, de escuchar activamente y de comprometerse con el entorno.

La metodología ABP (Aprendizaje Basado en Problemas) ha sido un elemento clave en este proceso. La Universidad de Deusto apostó desde el inicio por un modelo de aprendizaje activo, participativo y centrado en el estudiante, donde los problemas reales actúan como motores del conocimiento. Esta forma de aprender basada en el diálogo, la investigación autónoma, el trabajo colaborativo y la integración interdisciplinar ha permitido que los estudiantes desarrollen no solo competencias clínicas, sino también habilidades comunicativas, éticas y relacionales necesarias para una práctica médica humanizada.

La intención no era replicar modelos tradicionales de metodología de aprendizaje, sino construir una propuesta académica alineada con los valores de la Universidad de Deusto. Por eso, nuestros estudiantes se parecen mucho a lo que esperábamos, estudiantes que no solo son competentes en el conocimiento médico, sino que entienden el sentido profundo de cuidar, acompañar y transformar desde la práctica profesional.

Lanzar el Grado en Medicina no fue fácil y supuso todo un hito para la Universidad. Si piensas en el camino recorrido, ¿Qué momentos destacarías como especialmente duros… y cuáles te han llenado de orgullo?

Poner en marcha un grado innovador como el Grado en Medicina en la Universidad de Deusto supuso un reto importante, sobre todo por la apuesta decidida que se hizo por una metodología activa como el ABP. Esta metodología requiere de docentes que desempeñen roles distintos, espacios adecuados para el desarrollo de las competencias y estudiantes dispuestos a implicarse a fondo. A pesar de los momentos difíciles hay muchos otros que nos llenan de orgullo, como ver a los estudiantes que se apropian de su propio proceso de aprendizaje, cómo discuten casos clínicos con profundidad ética y cómo conectan y relacionan lo aprendido con la realidad de su entorno.

Hoy ver a los estudiantes con sus batas blancas en clínicas o promoviendo campañas de salud en el campus se ha vuelto algo habitual. ¿Qué ha significado para ti y para la Universidad integrar esta presencia tan visible y comprometida?

La presencia de los estudiantes en los centros de prácticas y el feedback positivo que recibimos por parte de sus tutores clínicos, así como verlos en las distintas campañas en el campus, integradas en el día a día del mismo, reconforta y alienta para seguir adelante formando a profesionales comprometidos. Hace poco tiempo tuve la oportunidad de acercarme al claustro para recibir consejo sobre hábitos de vida saludable por parte de los estudiantes y que me tomaran la tensión, la ilusión que trasmiten es lo que al claustro de la facultad y en especial al claustro del departamento de medicina empuja a seguir adelante y afrontar los retos que tenemos con más fuerza. La propia metodología ABP promueve una implicación activa de los estudiantes y eso se traduce en estudiantes que no esperan a aprender, sino que buscan comprender, intervenir y mejorar.

Cada universidad tiene su manera de formar, su sello. ¿Dónde dirías que se nota más el enfoque propio de Deusto en la formación de estos futuros profesionales?

Como Universidad de Deusto, nos sentimos comprometidos con la formación integral de nuestros estudiantes que va más allá de lo académico. Nuestro enfoque se caracteriza por el desarrollo de profesionales no solo competentes en sus áreas de conocimiento, sino también con una mirada humanizadora, compromiso ético y con una fuerte responsabilidad social.

Nuestros estudiantes realizan prácticas en hospitales, centros de salud y otras instituciones sanitarias, lo que les permite no solo aplicar lo aprendido, sino también adquirir una visión real y directa del entorno profesional. A su vez, les ofrecemos herramientas para que se conviertan en líderes en su campo, preparados para enfrentar desafíos complejos en salud.

Además, la internacionalización y el enfoque multidisciplinario son parte de nuestro sello. A través de convenios de intercambio, nuestros estudiantes tienen la oportunidad de colaborar con instituciones académicas para realizar prácticas internacionales, lo que les proporciona una visión global de la salud, mientras que, dentro de las aulas, fomentamos la cooperación entre disciplinas, permitiendo que nuestros estudiantes desarrollen una visión holística de los problemas de salud y de las soluciones posibles.

Por último, en el Grado en Medicina se ha realizado una apuesta fuerte por la especialidad de medicina de familia y comunitaria, con la ilusión de que sea una clara opción de nuestros estudiantes especializarse en ella. Todos los estudiantes del grado cursan una materia de medicina familiar y comunitaria y tenemos la sensación de que algunos estudiantes a día de hoy tienen ya una clara inclinación por esta especialidad. La falta, en estos momentos, de estos profesionales es muy importante y es necesario aflorar el interés por esta especialidad en los estudiantes.

¿Cómo ha evolucionado la percepción del Grado en Medicina desde su lanzamiento? ¿Qué os transmiten las familias, el entorno profesional… y los propios estudiantes?

La percepción del Grado ha ido ganando fuerza y prestigio porque se reconoce como un modelo formativo sólido, centrado en el aprendizaje activo. Las familias y los profesionales valoran positivamente el papel que juega la metodología ABP en la maduración académica y personal del estudiante. Nos trasladan en ocasiones que nuestros estudiantes son más reflexivos, empáticos y preparados para la realidad compleja del sistema de salud actual.

Cuando miras al futuro, ¿Qué nuevos pasos o proyectos te ilusionan especialmente para seguir reforzando el grado y su impacto?

Mirando al futuro, queremos seguir profundizando en el buen desarrollo de la metodología ABP como eje vertebrador, avanzando en la integración de la simulación y nuevas herramientas tecnológicas.

Disponemos de un Hospital virtual con un gran desarrollo tecnológico que permite a los estudiantes enfrentarse a situaciones clínicas sin riesgo para los pacientes reales y les permite practicar diagnósticos, intervenciones y tomar decisiones en un entorno seguro. Esto incluye la simulación de emergencias, situaciones complejas o poco frecuentes, y diversas patologías, que les podría ser difícil encontrar en la práctica clínica real.

¿Qué papel crees que puede jugar la comunidad Alumni en el futuro del Grado en Medicina? ¿Cómo imaginas esa red apoyando, inspirando o acompañando a las nuevas generaciones de estudiantes?

La comunidad Alumni podrá en un futuro ayudar a fortalecer nuestra metodología, ofreciendo casos reales de su práctica clínica, experiencias clínicas o participando en tutorías y mentorías. El haber estudiado el grado con un modelo de enseñanza innovador y su propia vivencia del ABP, una metodología exigente pero transformadora, les puede convertir en excelentes guías para quienes vienen detrás. Me puedo imaginar a la comunidad Alumni ayudando a mantener vivo ese espíritu de aprendizaje activo, crítico y comprometido que caracteriza a nuestro grado.

Y para cerrar, ¿Qué mensaje te gustaría compartir con la comunidad Alumni ahora que el Grado en Medicina entra en una nueva etapa con su primera promoción a punto de salir al mundo profesional?

En primer lugar, me gustaría dar las gracias por la invitación a participar en esta entrevista y poder trasladar a la comunidad Alumni el desarrollo del Grado en Medicina de la Facultad en Ciencias de la Salud de la Universidad de Deusto.

Es enriquecedor para la comunidad Alumni saber que en breve la comunidad será más diversa y enriquecedora en la medida en que tanto los estudiantes de Medicina como del resto de grados de la Facultad vayan egresando e incorporándose al mundo laboral y a la comunidad Alumni.