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Miryam Artola Dendaluce

… que hagan SU camino. Aunque a veces parezca que “rompes” con las expectativas de otras personas, o eso signifique transitar por caminos que no son los “esperados”. Incluso sin saber muy bien cuál es el punto de llegada, pero sintiendo que es ahí, en cada decisión, lugar, momento, donde una quiere estar. Yo siento que he hecho un camino que, mirando para atrás, me encanta. Me gusta mi Vida …

No es fácil condensar tanta vida y tantas experiencias como las que Miryam Artola lleva acumuladas en su corazón, en su alma y en su mente. ¿Cómo es el mosaico que configura hoy a Miryam Artola? ¿Podrías dibujárnoslo con palabras?

Muxote es mi alter ego. Lo que me pasa, lo que siento, mi diálogo con la Vida está ahí presente. Y eso es mucha Vida y mucha vivencia. Ponerle dibujo, color y mensaje a lo que me acontece es un mosaico de colores. Un mosaico de colores brillantes, intensos, llenos de luz… de una Vida plena, de muchas experiencias, llena de todas las oportunidades que la Vida me ha brindado y un montón de vivencias que voy atesorando. Y también es un mosaico en escala de grises, con sus claroscuros, reflejo de algunos momentos difíciles que también han configurado lo que hoy Soy. Momentos duros, ausencias, rupturas y días que son más complicados. Reivindico el derecho a la tristeza, al permiso para gritar de rabia o indignación, o simplemente tener días en los que la sonrisa cuesta un poco más … Ese crisol de colores claros, llenos de luz con esos días grises, son la propia Vida.

Y añado que sobre todos sería un mosaico de nombres propios. Como decía Pedro Casaldáliga, de “un corazón lleno de nombres”. Soy una mujer de afectos, de vínculos, de abrazos… me siento muy afortunada y privilegiada de haber contado y contar con personas que configuran esta Vida buena que tengo el privilegio de Vivir y disfrutar.

Has dedicado 12 años, el 50%, de tu carrera profesional a la Cooperación Internacional. La otra mitad, al Lenguaje Visual, como – según tus palabras – facilitadora, conectora, movedora (y conmovedora) de personas y equipos. ¿En qué medida se han compaginado en ti estas dos trayectorias?

Me cuesta hacer esa diferenciación. Ambas “dedicaciones” están entrelazadas. Y confluyen en lo que es (y ha sido) mi vocación: acompañar a personas, a equipos y facilitar procesos de encuentro, de cambio y de transformación, utilizando el lenguaje visual.

Cuando trabajaba en el ámbito de la cooperación internacional, mi manera de construir procesos, de trabajar en equipo, de acompañar a comunidades y organizaciones lo hacía, aunque en aquel momento no era consciente de hacerlo así, utilizando el Lenguaje Visual. Y ahora que ya “oficialmente” me defino como consultora y facilitadora visual, sigo acompañando a personas, equipos y organizaciones a “visualizarse”, “contarse”, mirarse, reconocerse, comunicar(se) e identificar pequeños pasos que contribuyen a avanzar en distintos procesos de transformación.

Mi actividad profesional actual es fruto de todo lo que aprendí a lo largo de estos años y pone en valor la enorme contribución y el potencial que tiene el Visual Thinking como lenguaje para generar conexión, movimiento y cambio.

En mi blog escribí un artículo en el que detallo esa “fusión” entre mis dos “momentos” profesionales.

Cada día, desde 2011, regalas tu #dibumensaje a través de las redes sociales con tu Eeegunon Mundo!! y tu alter ego: Muxote. Después recibes los ecos de tu público y reaccionas puntualmente a cada uno de sus comentarios. ¿Cómo consigues llegar a todo? ¿Qué te mueve a continuar ese diálogo con tus seguidoras y seguidores?

Mi dibumensaje diario surge de un diálogo interior, que hago conmigo misma y que me permite conectar con lo que Soy y siento. Es una especie de meditación diaria. Y desde ahí, a través de Muxote, puedo expresarme y conectar con el mundo de “otra manera” que llega e impacta desde la emoción y el encuentro. Las respuestas y ecos que recibo cada día, merecen desde ahí, toda mi atención y mi presencia. Es un diálogo precioso, como diría Eduardo Galeano, de “sentipensares”.

Es un dibumensaje vivo. Es mi historia que conecta con otras historias. Y eso no es un esfuerzo para mí, ya que nace del diálogo personal conmigo misma y desde ahí me abre a un pequeño diálogo con el mundo. Y siento que es una pequeña humilde manera de contribuir a ofrecer un espacio de conexión y encuentro a muchas personas que mi dibumensaje diario, les dice, les mueve, les inspira algo.

¿Cómo ha llevado Muxote la cuarentena? ¿Qué tal lleva la desescalada?

Tanto Muxote como Miryam lo hemos llevado bien. Mi palabra ha sido sostener. Sostener mis propias dudas, miedos, el aislamiento… y desde ahí he querido sostener, en la medida en que sentía que podía hacerlo, a mi entorno, y ahí entra la “comunidad” de Muxote. Han sido días de mucho diálogo y presencia con las personas que agradecían ese dibumensaje diario.

Y también ha sido tiempo de mantener la tranquilidad ante un parón de trabajo fuerte. Tengo un equipo estupendo, y hemos sabido responder a nuevas (viejas) preguntas que se nos han abierto respecto a las posibilidades y futuro de nuestra(s) estrategia(s) y líneas de acción como empresa. Ha sido tiempo de consolidar algunas, soltar otras y meterle energía y tiempo a las que ya están llegando.

La desescalada la llevo con emoción y a ratos me gana la impaciencia de querer abrazar fuerte a las personas a las que quiero. Esta distancia física que nos exige la situación, se me está haciendo dura (yo que soy adicta a los abrazos). Y es una desescalada que poquito a poca escala en nuevos trabajos y nuevas posibilidades. Yo diría que la palabra es “atenta”. Atenta a desescalar con responsabilidad. Y atenta a responder a lo que va emergiendo, personal y profesionalmente.

Dieciocho años después de obtener tu licenciatura das un giro radical a tu carrera profesional. ¿Qué aconsejarías a las y los Alumni de la Universidad de Deusto a la hora de afrontar las suyas y atreverse a estar dispuestos/as a perseguir sus sueños y no tenerle miedo al cambio?

Insisto que siento que no he dado un giro radical. De hecho, creo que tiene mucho sentido el haber estudiado lo que estudié (CC.EE. y Empresariales), todo el tiempo que he trabajado en el ámbito de lo social y de la cooperación internacional y ahora como consultora y facilitadora visual. Creo que he tenido que caminar, experimentar y Vivir todo lo que he vivido, para estar hoy haciendo y ofreciendo lo que hoy hago y ofrezco.

En ese sentido, más que consejo, les diría, o me hubiera dicho a mí misma a mis 23 años cuando terminé la carrera, es que hagan SU camino. Aunque a veces parezca que “rompes” con las expectativas de otras personas, o eso signifique transitar por caminos que no son los “esperados”. Incluso sin saber muy bien cuál es el punto de llegada, pero sintiendo que es ahí, en cada decisión, lugar, momento, donde una quiere estar. Yo siento que he hecho un camino que, mirando para atrás, me encanta. Me gusta mi Vida. Cada paso, cada momento, cada encuentro, cada subida y cada bajada, ha hecho que esté hoy aquí. Creo que he ido soltando el “deber ser” y esa idea autoimpuesta de ser “perfectita” y me he dado el permiso para ser “yo”. Ir descubriendo lo que yo necesitaba, lo que quería, lo que yo era… Y desde ahí descubrir también cuál es mi mejor contribución al mundo.

Hoy es el día en el que me siento más libre, cada día más en mi sitio, cada día más yo.

¿Qué recuerdos guardas de tus años como estudiante en Deusto? ¿Estuvo Muxote también en sus aulas?

Tengo un recuerdo bueno y bonito. Disfruté mucho de mis años en la Universidad. De las amistades de ese tiempo. De todo lo que hacíamos y proponíamos también “fuera del aula”. Los años de “la Uni” son el perfecto tránsito entre una Vida más tutelada, protegida por tu familia, tu aita, tu ama y dar los pasos para una Vida más autónoma. No es sólo lo que aprendes académicamente, es, sobre todo, adquirir las competencias, desarrollar habilidades para empezar a dar respuesta y solución (por ti misma) a lo que la Vida te va a ir planteando. Y eso va más allá del aula.

Y Muxote estuvo por supuesto en las aulas de Deusto, porque como yo soy Muxote (o Muxote soy yo… vaya lío) todo lo que “ella” es hoy capaz de decir y transmitir, bebe también de lo que Miryam aprendió en ese tiempo. Sí, podemos decir que Muxote… estudió en Deusto.