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Andoni Martínez Barañano

Lo que yo creo que es crucial es equilibrar emoción y razón en tu trabajo y en todo lo que hagas en la vida. Que te guste lo que haces es vital. Ya si amas lo que haces y puedes vivir de ello, es un verdadero don y regalo. De lo contrario difícilmente llegarás a ser un buen profesional en nada.

Tras la finalización de tus estudios en Derecho, dedicas cinco años a trabajos relacionados con tu titulación universitaria, hasta que das el salto y te dedicas profesionalmente a tu vocación. ¿Cuándo descubres que el bel canto es tu pasión? ¿Percibiste como riesgo dar este paso?

Entré a cantar en el Coro del Colegio de Abogados desde que comencé el ejercicio de la abogacía. Tuve la opción, por recomendación de la directora del coro de entonces, Itsaso, de reforzar como tenor primero el coro de la UPV que cantaba en la ópera La Hija del Regimiento en el Teatro Arriaga. Desde este momento quedé fascinado por el bel canto y quería aprender a cantar como aquellas “bestias” que veía sobre el escenario del Arriaga. En un par de meses de aquello, entré a formar parte del Coro de ABAO. Aquí estuve muchos años. Seguí compatibilizando el ejercicio de la abogacía con el canto amateur en ABAO y estudios particulares de canto que tomaba por mi cuenta. En este periodo tuve la ocasión de hacer algún papelito en las temporadas que estuve en el coro. Es en el 2000 cuando el que era por entonces Director del Coro de la Ópera de Florencia, José Luis Basso y que actualmente dirige el coro de la Ópera de París, hace una mini gira por España haciendo audiciones selectivas a tenores que pudieran estar interesados en cantar en la Ópera de Florencia. Hice con él la audición en el Palacio Euskalduna y me ofreció contratación inmediata. Me costó mucho tomar la decisión, pero finalmente decidí irme a Florencia y dedicarme totalmente a la lírica.

Formas parte del Coro Teatro Comunale de Florencia por dos años. Desde el 2000 tus proyectos profesionales se orientan a acercar la ópera y la zarzuela a las familias, los niños y las personas mayores. Teatros, auditorios, centros culturales, colegios y residencias… ¿Podrías contarnos más detalles de estas interesantísimas experiencias?

Entré en el Coro, fueron dos años maravillosos en Florencia. Conocí grandes profesionales y aún conservo amigos de aquella época. Podría haberme quedado casi de por vida allí cantando, pero tenía claro que para mí era un periodo de aprendizaje y quería dedicarme de lleno a ser solista de Ópera. Ciertamente el mundo de la lírica, y más en España, es duro y no es tan fácil vivir de ello, con lo que tienes que generar ingresos de algún otro modo. Observé un gran vacío cultural en la oferta de ópera para público infantil y/o familiar y es cuando me animé a crear mi propia compañía de Ópera, Ópera Divertimento. Desde aquella época intento conciliar el trabajo como tenor solista y como director de la compañía. Tanto de solista como de componente de la compañía he tenido la fortuna de actuar en la práctica totalidad de los grandes escenarios españoles. Puedo destacar que Ópera Divertimento ha participado ya, por ejemplo, en la Quincena Musical de San Sebastián. O que lleva más de cinco años en temporada estable en el Teatro Bellas Artes de Madrid con distintos títulos. Desde 2015 Ópera Divertimento ha abierto otra línea de actuación en su tarea de acercar la lírica a todos los públicos. Ha creado lo que ha denominado Proyecto Lírico Educativo, visitando en este tiempo más de mil colegios de la geografía española con distintos espectáculos de introducción al mundo de la Ópera. También desde hace un par de años, hemos decidido acudir a las residencias a cantar a nuestros mayores temas de Zarzuela y Ópera, que son la banda sonora de su vida. Realizamos de vez en cuando conciertos en distintas residencias de toda España y son todo un éxito. Es una gozada observar cómo la música conecta con las emociones y cómo muchos mayores que tienen sus capacidades cognitivas fuertemente limitadas, disfrutan, aplauden e, incluso, tararean muchos de los temas que se les canta.

En los dos últimos meses, en los que muchas personas – la inmensa mayoría – hemos tenido que permanecer en casa, has interpretado 56 piezas, alternando la zarzuela, la ópera, el bolero, la canción española, italiana, mariachi, etc, desde un escenario peculiar: tu balcón. ¿Cómo se te ocurrió? ¿Qué podrías contarnos de las reacciones de tu vecindario?

Mira, al principio del confinamiento, en los primeros días, notaba que los aplausos dedicados al personal sanitario a las 20 horas en la zona de Algorta en la que vivo, eran, por así decirlo, “tímidos”. Es lógico pensando que es una situación nueva y que aquí en el Norte no somos mucho de expresar abiertamente nuestros sentimientos. Tuve la corazonada de que igual el hecho de que diera un par de gritos en el balcón de mi casa ayudaba a que otros vecinos salieran al balcón a sumarse a este homenaje diario. Y así ocurrió. La primera pieza que canté desde mi balcón fue la famosísima napolitana O sole mio y fueron saliendo numerosos vecinos a escuchar mientras cantaba. Al ver el aplauso, tras la actuación, les comuniqué a los que allí nos habíamos congregado que me comprometía a salir todos los días que durara el confinamiento a cantar una canción diferente. Y así hice. Salíamos a aplaudir a las 20 horas todos los días, y tras los aplausos, interpretaba una canción de Ópera, Zarzuela, Bolero, Mariachi, etc., todo aquello que pudiera ser conocido, gustar al gran público y que, lógicamente, fuera susceptible de ser cantado de un modo lírico. También decidí compartir estas primeras actuaciones en redes sociales y aquí sí que el impacto fue enorme. Obtuvo muchísimas visualizaciones en las redes y diversos medios de comunicación se hicieron eco de esta iniciativa.

Al hilo de esta experiencia, has lanzado un nuevo proyecto: Desde mi balcón a tu corazón. ¿Podrías hablarnos de él?

Animado por el “éxito” de esta iniciativa, decidí dar un paso más: grabar un CD solidario con una selección de los temas que considero que más han gustado de los que he ido interpretando durante estos días.

El exclusivo beneficiario de los fondos que se recauden será Caritas en su lucha a favor de las mujeres en exclusión social por el impacto de la crisis del COVID-19, descontando de la cuantía recaudada sólo y exclusivamente el dinero que se emplee para la producción y envío de 500 unidades del CD entre los aportantes a la causa. Al margen del bien que se puede hacer con las aportaciones individuales a la labor de Caritas, este CD, que se recibiría en contraprestación a una aportación individual mínima, podría ser un recuerdo bonito de un tiempo incierto que nos ha tocado vivir en el que los sentimientos están más a flor de piel y la música los envuelve, los potencia y los materializa en bellas vivencias. Las personas que quieran colaborar en esta iniciativa solidaria y recibir el CD tienen toda la información en www.desdemibalconatucorazon.com.

Además, hace unas semanas, recopilé todas las actuaciones subidas en video a Facebook en un nuevo canal de YouTube denominado ‘Desde mi balcón a tu corazón’ para que las personas que lo deseen puedan volver a escucharlas y revivir estos momentos.

¿Qué aconsejarías a las y los Alumni de la Universidad de Deusto para no renunciar a su vocación y a su compromiso con la sociedad desde su profesión?

Básicamente que sean honestos con lo que les dicta el corazón. Formarse en una carrera superior, cual es mi caso en la de Derecho, me ha servido muchísimo para “amueblar” la cabeza. Es muy buena base para construir cualquier proyecto de vida que se te presente. Iniciamos la carrera siendo muy jóvenes y con un conocimiento bastante escaso de la vida y de nosotros mismos en general. Puede ser que te dediques a futuro a lo que has estudiado, pero la experiencia nos dice que en multitud de ocasiones “tiramos” por otro camino en base a que con el paso del tiempo nos vamos conociendo un poquito mejor, cambian las circunstancias vitales y es posible que descubramos opciones profesionales más satisfactorias. Lo que yo creo que es crucial es equilibrar emoción y razón en tu trabajo y en todo lo que hagas en la vida. Que te guste lo que haces es vital. Ya si amas lo que haces y puedes vivir de ello, es un verdadero don y regalo. De lo contrario difícilmente llegarás a ser un buen profesional en nada. Honestidad con tus emociones, pero corregida por ciertos parámetros de practicidad. No se vive del aire.

Gracias por dedicarnos tu tiempo. Una última pregunta: ¿qué recuerdos te gustaría compartir de tus años como estudiante en Deusto?

Lo bien que me lo pasaba estudiando en las peceras. No en sí estudiando, si no por el ambiente que teníamos allí montado…. Y de los extraordinarios amigos que aún sigo conservando de aquella época y que espero duren para toda la vida.