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Tener la oportunidad de colaborar, de apoyar y de guiar a personas que están buscando un nuevo reto es un privilegio, un enorme desafío y una gran responsabilidad

Adela Balderas, gran comunicadora, formadora y versátil. Le gusta sacar lo mejor de cada uno y, en esta línea, participa en la Universidad de Deusto en un programa de coaching profesional dirigido a personas desempleadas mayores de 35 años. Sustituir esta frase por esta otra: Las personas que participan en este programa cuentan con un altísimo nivel de formación pero viven una situación complicada. Se trabajan aspectos como la marca personal y el control de las entrevistas, pero sobre todo incide en poner en valor quiénes son, lo que valen y todo lo que saben hacer.

Llevas tiempo colaborando con Deusto Alumni en el proyecto Lanerako Bidean, un programa de orientación laboral cuya principal herramienta es el coaching. ¿Por qué decidiste formar parte de este proyecto? ¿Qué te atrajo del mismo?

El proyecto me parece maravilloso. Tener la oportunidad de colaborar, de apoyar y de guiar a personas que están buscando un nuevo reto, personas que se encuentran en situación de desempleo (en ocasiones con realidades complicadas y que deben aprender a gestionar) es un privilegio, un enorme desafío y una gran responsabilidad. Para mí es también aprendizaje porque se establece un clima de cooperación y de apoyo importante. Se trata en muchos de los casos de participantes con unos perfiles realmente interesantes y completos, personas que lo que necesitan es potenciar sus fortalezas y también la forma en la que las comunican.

¿Qué oportunidades crees que se ofrecen a sus participantes?

Son muchas las oportunidades que se ofrecen y que el propio proyecto propicia: desde establecer y generar una red importante de contactos a volver a estar en conexión con la Universidad de Deusto, pasando, por supuesto, por una fase de aprendizaje, de actualización y de desarrollo de competencias.

Además, el carácter grupal del programa consigue que se genere un lugar de encuentro para compartir y crecer, donde las personas participantes trabajan en equipo y colaboran en la consecución de un objetivo común: conseguir un empleo.

Si observamos los datos más recientes, en la última edición un 40% de las personas participantes encontraron un empleo, algunos incluso antes de finalizar el Programa. ¿Qué aspectos consideras clave para que profesionales que llevan meses en desempleo vuelvan a tener oportunidades laborales tras participar en el programa?

Hay muchos aspectos que ayudan a que todo eso ocurra. Quizás uno de los más importantes es recuperar la confianza. Por supuesto, también aprender todo tipo de herramientas y aspectos esenciales dentro de los procesos de selección: desde la elaboración de un CV a la preparación de la entrevista. Pero hay aspectos mucho más “sutiles” que se aprenden y profundizan en cada sesión: desde la marca personal y cómo identificar características que nos hacen diferentes, hasta cómo comunicar de manera eficaz y sobre todo excepcional.

Las personas que participan en el Programa dicen de él que se genera un ambiente especial. ¿Cuál crees que es tu secreto?

Lo cierto es que se genera algo muy especial. Creo que el secreto está en cada una de las personas que forman parte del programa, hay enormes ganas de aprender, de mejorar, de conseguir un claro objetivo…. Y también de ser generosos y compartir, y a partir de ese “compartir”, es donde surge la magia, donde ocurren cosas especiales, es lo que hace que el grupo se convierta en un equipo fuerte y unido que se apoya para ser mejor. La mejora en el desarrollo personal es impresionante, y es precisamente ese paso al frente, el que hace que sean candidatos y candidatas mucho más valorados en el mercado laboral.

En el mes de Enero dará comienzo la 4º edición, ¿animarías a otros alumni a participar?

Sin duda. Además de que los datos de incorporación al mundo laboral son muy importantes, también lo es el conocimiento que se adquiere, la experiencia e incluso el prestigio del propio programa.